En el mundo futbolístico, hay una gran variedad de jugadores que a lo largo de su experiencia en estos cometidos, son muy afines a su juego, incluso cuando el entrenador de turno, le ubica en otra posición, son futbolistas de una especie que al verlos en ese partido enseguida te conectas con él, con su forma de trabajar en equipo, su forma de trasladar a sus compañeros esa lucha continua, esa entrega admirable y que hace levantar al equipo en momentos complicados, y ahí es donde se ve a ese jugador experto en esas lides, y con su generosidad en el esfuerzo, transmite esas ganas de ganar, que importante en el juego colectivo, es esa clase de jugador de esa talla, ya que por su inercia hace que el resto tome conciencia y se dejen el alma por esa victoria.

Hoy tengo el placer de poder comentar, bajo mi opinión esa calidad de futbolista, que es muy necesario en el fútbol de hoy y de siempre, esa clase de jugadores, son el espejo donde nos tenemos que mirar muchos, por ese trabajo inconmensurable, vinieron esos buenos resultados de equipo.

Agustín Navas Chaveli-Daza, era esa clase de jugador que desde el vestuario, sabía hacer equipo, eso ánimos para sus compañeros era siempre un ejemplo, vivía el partido intensamente, su lucha desigual era tremenda, se pegaba con esos grandes centrales y muy expertos que nos visitaban , en aquellos potentes equipos, su lucha en ese complicado área, hacia que sus compañeros de arriba, se aprovecharan de ese balón muerto que se quedaba en el área y podían aprovechar ciertos despejes en corto, debido a esa lucha devastadora, Agustín, era esa clase de delantero que no se arrugaba, siempre iba de frente, nunca rehusó ningún choque, a veces salió mal parado, pero en ello estaba su fútbol, su entrega ,su calidad en ese toque último para dejarle al compañero de equipo ese balón, como se dice a huevo, para marcar, esa generosidad siempre la tuvo este futbolista, el triunfo del equipo estaba por encima de sus habilidades, y la verdad que en ese espacio, hacía un trabajo enorme para el equipo.

Agustín, como decía al principio nunca volvía la cara, le he visto rematar de cabeza de una forma impresionante, metía la cabeza donde hiciera falta, con tal de rematar, muy valiente en ese aspecto, y un jugador muy peligroso para el marco contrario en esos duros partidos.

Su vida deportiva con el Recre, la supo dignificar, esa camiseta blanca y azul la hizo grande, cada futbolista tiene su fútbol predeterminado y en cada posición en la que juega, su admirable trabajo quedó más que hecho en todos esos años que vistió esa digna camiseta.

Ahora como técnico, anteriormente del Recreativo Belmezano y ahora del Peñarroya C.F., y desde ese banquillo, se dará cuenta lo difícil que es ser el responsable de todos esos jugadores que saltan al campo y que son dirigidos de una forma correcta en beneficio del triunfo, cuando uno se entrega de la forma que lo está haciendo en ese pueblo vecino, los resultados están ahí, Agustín, está haciendo un gran trabajo, en la dirección y los resultados están ahí.

Enhorabuena, desde estas líneas te deseo lo mejor en esta temporada y es una gran satisfacción, el poder haberte visto, vistiendo los colores de nuestro RECREATIVO BELMEZANO C.F., gracias Agustín por todo lo bueno que nos diste y nos regalaste con esa camiseta blanca y azul.

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