30 de diciembre de 2016 | Daniel Solano Sújar
Un corazón muy grande
Un corazón muy grande
En la vida cotidiana de nuestros pueblos, en esas fechas que nunca olvidamos, esos días que sirven para volver a la tierra donde naciste, en esos días, de nuevo entras en todo lo que tu viviste de pequeño, aún las imágenes las tengo muy presentes, la verdad que todos, que todos los que hemos vivido junto al recinto ferial, pues lo llevas muy adentro, desde esa semana antes ,ya estabas nervioso y deseando que llegara esa procesión en honor a nuestra patrona la virgen de los Remedios, los hombres del ayuntamiento, abriendo esos agujeros para la colocación de los palos de la luz, esa escalera larguísima de los Palomos, esos hermanos y Miguelito el eléctrico, colocando esos paneles de las luces de colores, los feriantes acudiendo con sus atracciones, esa carrusel, esas norias, esas barcas, ese tren de la escoba, esas casetas de tiro pichón y en esa calle córdoba, y en la calle real las casetas de venta de ese turrón de almendras, chocolate y otras lindeces, esa avenida hacia el parque llena de cacharritos, la espectacular pista de los trenes de choque de la familia Valle, estos se acercaban a mi casa en todas esas ferias de los años sesenta y mas tarde a por agua, mi madre les llenaba sus cacharros, era ya una familia mas, de verdad, esas ferias se quedaron en el corazón de todos los belmezanos, esas casetas de baile, como adornaba la caseta del casino y que grandes actuaciones y esos matinés inolvidables, esos Veloces tocando, y cuanta gente disfrutaba de esas actuaciones, de la misma forma que en la caseta del Córdobés al principio, después mas tarde caseta del Ayuntamiento, esos Imperiales, dejando esa gran música, y mas tarde esas grandes actuaciones de grupos y solistas del primer nivel, de verdad una feria inmensa, desde esos grandes partidos de fútbol, grandes estrenos en los cines de verano y y grandes corridas y novilladas en nuestra centenaria, tiempos y tiempos irrenunciables en aquellos años.
Belmez, está muy arraigado a su feria y eso se nota tras el paso del tiempo, hoy la feria reúne otras actuaciones, y bueno, nuevas directrices a las hora de disfrutar, hoy quiero hacerle un reconocimiento a una persona, que año tras año llega a nuestro pueblo, se sitúa en su zona, ese lugar que él tanto ama, esa plaza del santo, ahí lleva muchos años y a todos nos da ese cariño diario, en esa feria nuestra a través de su micrófono, esa tómbola que tanto quiere los belmezanos, de verdad no hay palabras para expresar en unas líneas todo lo que este matrimonio y su hija, nos han dado a lo largo de los años, cuando una persona se identifica con la población donde va a trabajar, y cuando llega, se le recibe con el cariño que a ellos les da el pueblo de BELMEZ, es por algo, EMILIO PULIDO Y MUMY GARCÍA, son dos personas admirables, unas personas entregadas y siempre haciendo amigos, todo el pueblo los aprecia y los quiere junto a ellos, se que en su pueblo, Almodóvar del Rio, son personas que dignifican por donde pasan ese gentilicio suyo y que hacen patria donde van, pero también se que Belmez a ellos les gusta mucho ,y que tienen grandes amigos de los de verdad, sé que sienten todo lo que le pueda pasar al alguien y que sus manos las tienen siempre abierta para los belmezanos, hace poco de nuevo quedó patente en esa visita que le hicieron ese grupo de personas , a los que recibió con todo el cariño del mundo.
En la vida, mis padres me enseñaron a ayudar a quien puedas, sin pedir nada a cambio, siempre que puedo lo intento, y esto es un referente de muchas personas, que siempre están al lado del que lo necesita, cuando tienes un corazón grande, y este chaval de Almodóvar-y Belmezano por derecho, llamado Emilio, en su vida cotidiana, lo hace de una forma continua, como he dicho, lo conozco desde hace muchos años, me gusta verlo, saludarlo ,tomarme con el una copa en ese lugar que él tanto aprecia, su “Desafinado”, ese lugar de su gran amigo GABI,
cuantos buenos ratos hemos echado ahí, Emilio, es esa clase de persona a la que siempre apreciarás, su sonrisa al verte es perenne, y su amabilidad en el trato le hace merecedor de ser una persona entrañable, sinceramente, es para mi, un orgullo tenerlo como amigo, y un orgullo como belmezano, que sea tan querido, a veces hay personas que son dignos merecedores de un gran homenaje por su calidad humana, por ser esa persona que nunca deja esa sonrisa para todo el mundo y que su corazón y sus manos la tiene abiertas para los belmezanos siempre.
Ya termino para decirte amigo Emilio, que nunca cambies, que sigas con ese talante y ese trato exquisito que nos dispensas,y que te admiro cada día mas.
Desde Madrid, un abrazo de todo corazón amigo Emilio y familia.
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