Cuantas veces oía al míster que tuve en el Quintanar de la Orden, decir que a los entrenamientos y a los partidos había que venir siempre con una sonrisa, que esa misma sonrisa se fuera trasladando de jugador a jugador, eso sería un puente idóneo de comunicación, y una gran sensación de sentirse uno a gusto defendiendo a ese equipo, que en ese momento defiendes, una persona sonriente, es muy optimista y en momentos difíciles su sonrisa, da esa tranquilidad que a veces es muy necesaria y crea el ambiente necesario para unir y unir mas a todos los componentes de ese grupo de futbolistas.
He tenido en equipos donde milité a personas de esa forma de ser, y diré siempre, que fue un placer el jugar con ellos y tenerlos de compañeros algunos años.

Cuando eres así, la vida la ves más fácil y en el mundo donde te mueves, siempre tendrás esa puerta abierta, porque sinceramente una sonrisa a veces ayuda mucho a mucha gente, y es una virtud que muy poco tenemos la suerte de tenerla, el optimismo y esa gran disposición, te hace a la larga, ser una persona muy bien recibida, y el encuentro entre amigos ,es siempre un placer, el de nuevo vivir esos momentos que siempre llevaste en tu interior.

Hoy quiero hacerle este pequeño reconocimiento a esa clase de persona que siempre transmitía felicidad a sus compañeros de equipo, esa caseta antes de vestirse, siempre el ambiente era acogedor, agradable, ánimos y ánimos, constante a esos futbolistas, que iban a saltar a ese terreno del Juan Cortés y en esos otros campos, donde se dejaba el alma en la defensa de un referente futbolístico, como es este bello club, ese Recre que nace en fondo del corazón de todos los belmezanos y que sienten ese sentimiento, esto es algo que es muy difícil de explicar, pero que va con el ADN de los nacidos en este bello rincón belmezano.

JOSEMI, esa banda derecha, ese regate rápido, esos movimientos y esa velocidad, le hacía acreedor de un jugador muy peligroso en el contraataque, esos goles suyos, eran de auténticos listos de este deporte, su calidad en el toque y su rápida demarcación, era un peligro para las defensas contrarias y en esas carreras dejaba atrás a esos defensas, abriendo esos espacios ,que mas tarde, eran aprovechados por su compañeros de equipo.

Cuando un jugador como JOSEMI, llega al vestuario, conecta ,de una forma genial, con todos los miembros del equipo, cuando es muy respetuoso con su entrenador, cuando ama el fútbol, como él lo hacía, sólo queda decir CHAPEAU, ese es el mejor mensaje que un jugador puede dejar, porque en el recuerdo, siempre estará, esa sonrisa de ese jugador que en un tiempo importante dejó una impronta inolvidable para todos.

En esto del fútbol, si no eres egoísta, si sabes apreciar todo lo bueno que te ofrece este bello deporte ,si eres una persona comunicativa y además eres esa clase de persona humilde y generoso con tu fútbol, en beneficio de tus compañeros mejor situados, esto tiene mucho mérito y cuantas veces, vimos hacerlo a este futbolista durante los muchos años que vistió esta digna camiseta.

Para terminar este escrito hacia esta buena persona y un futbolista diez, decirle, gracias JOSEMI, por todo lo que nos regalaste y nos diste que fue mucho durante toda tu vida deportiva que le dedicaste a nuestro RECRE.

Gracias de todo corazón.

---

<< Volver a Daniel Solano Sújar