Lealtad a una camiseta

Cuantos, hemos podido observar desde el vestuario ,el calor .el sentimiento, el compromiso y el respeto a la hora de ponerse una camiseta, santo y seña de un equipo, de una institución deportiva como es nuestro Recreativo Belmezano, cada partido se le veía lleno de ilusión, para él, se que era muy importante el estar en ese grupo elegido para defender el escudo que su padrino y digo padrino, porque él fue parte muy importante en la vida deportiva de esta persona, Pedro Cabrera, Q.E.P.D., exportero de un equipo glorioso de los años cincuenta, sesenta, era esa persona que en sus adentros vivía muy de cerca todo el fútbol de nuestra comarca, y siempre estaba al corriente de cómo iban sus dos equipos, el Recre y el Peñarroya C.F. que él lo vivió muy de cerca domingo tras domingo, todas esas batallas deportivas de estos dos equipos, en su tienda de pinturas de Pueblonuevo, todos los lunes había esa tertulia futbolística, allí aparecían los jugadores y aficionados y ese rato era digno de escucharlos, PEDRO, era un puntal importante en esas reuniones y la verdad que esos ratos nunca se nos olvidaran por todo lo que allí se vivía.

PEDRO CABRERA, tenía una amistad con el padre de Enrique Balsera, hombre en una etapa, importante en los destinos del PEÑARROYA C.F., su hijo ENRIQUE BALSERA, le encantaba jugar al fútbol, y después de su paso por equipos de pueblo, por mediación de PEDRO, y aconsejándolo bien, le dice si quiere jugar en el Recre y la verdad que para mí fue un honor compartir vestuario , con este enorme jugador de raza, valiente, comprometido y con una labor encomiable en esa defensa nuestra, me acuerdo de muchos partidos, donde siempre se dejaba el alma, terminaba con su camiseta sudada de lo lindo, él siempre fue un jugador de mucha envergadura y de una buena planta, fortísimo, y a la vez rápido a pesar de su constitución física, en la parte de atrás junto al Capitán Camilo, Haba y Rivera, formaban un línea, muy compenetrada, y pasarlos era un tanto difícil, nunca me olvidaré un gol que marcó, saliendo desde la parte de atrás, hasta llegar al área contraria, soltando un zapatazo que se nos quedó para siempre en nuestras retinas, que golazo y que forma de hacerlo.

En los desplazamientos que se solían hacer en coches particulares, yo, siempre me apuntaba a ir con él, como era el más viejo de todos, pues el respeto a los años, era evidente, ENRIQUE BALSERA, se había comprado un ford sierra, nuevo, y joder que máquina, corría el año 1984-85 más o menos, y claro en esos tiempos, ese coche hacía ruido donde llegábamos.
Uno de mis compromisos con estos escritos, es ir recordando y recordando, aquellas épocas y aquellos jugadores que de una manera u otra se vieron ligados hacer más grande la historia del fútbol de nuestra comarca, chavales jóvenes que domingo tras domingo, salían fuera a defender esos escudos nuestros y que fueron parte muy valiosa en el deporte comarcal, a todos ellos, decirles que siempre en vuestras vidas, tendréis algo que contar, ya que las vivencias vividas sirvieron para fomentar unas amistades imposibles de olvidar, esos tiempos fueron, como he dicho, tiempos de unión y unión, y a pesar de los años ya pasados, aún siguen vivos, como si fuera ayer, ese ha sido el mayor de los éxitos de estos tiempos tan bonitos, como fue defender con mucho orgullo ese escudo de ese pueblo que tanto todos queremos.
Ya para terminar, decirle a ENRIQUE BALSERA, que fue un placer compartir con él vestuario, que siempre supo dignificar esa bonita camiseta blanca y azul, y que dejó esa huella de gran persona y de un jugador genial, con unos valores muy adheridos a este maravilloso club de fútbol, nuestro RECREATIVO BELMEZANO C.F.
Gracias Enrique, por esa bonita amistad que seguimos manteniendo y gracias por todo lo que nos diste siempre y que fue mucho.
Desde esta ciudad de Madrid, un fortísimo abrazo amigo ENRIQUE.