Desde muy pequeñito veía siempre esos partidos de los domingos después de misa, se jugaba en el campo la estrella, aquellos chavales, se disputaban aquella pelota en ese barullo de un toma y daca, y que a pesar de lo corto del espacio del campo, algunos se le veía esa calidad, que me dejaba asombrado, a veces cuando la pelota se iba lejos, corría tras ella y oía esa palabra, Danielillo, cógela, de verdad que me gustaba mucho verlos jugar, algunos se quedaron para siempre conmigo por su calidad, Manuel Martín, Lolete, Juanín Murillo, Perico Carmena, entre otros,la verdad que ahí también se notaba esa rivalidad, y bueno la gente acudía a verlos y todo el campo se llenaba de gente que bajaban de todas las partes del pueblo a ver estos magistrales acontecimientos, a veces en ocasiones lo hemos compartido en tertulias, y siempre salía a relucir esos momentos futbolísticos de gran nivel.

Decir también que la mayoría de todos estos chavales llegaron a engrosar esa grande lista de jugadores que se pusieron esa digna camiseta de nuestro Recretativo Belmezano, en esa década, el poder jugar en este club era complicado, el desbancar a jugadores de la talla de Muñoz, Cantero ,Pedrin ,Del Rey, Sierra, Pepe Domínguez, Lolo, Antoñin Fernández, Cecilin,
Germán, Carbonell, Rivera, Bravo y otro más, era un poquito difícil, pero se fue remplazando, y los Lolete, Pepin de las Nieves, Perico Carmena, Antonio Carmona, y muchos otros, todos ellos sintieron en sus interiores los importante que siempre fue el ponerse esta vieja camiseta de ese gran club, ese RECRE, que todos llevamos muy adentro, y que al vestirla la sientes en tu corazón.

Este escrito es para agradecer a todos los que pasaron por este club, desde los años cuarenta y muchos, sin federar, y federados, hasta esta fecha de hoy, pienso sinceramente que todos ellos, los nacidos en Belmez y los no nacidos, pero que dignificaron esa camiseta nuestra, fueron parte muy importante en la vida de este club, todos ellos se dejaron el alma en su defensa y eso para mí, al menos es la mejor forma de demostrar ese sentimiento, hace poco he oído ese himno, de verdad, me ha gustado y me ha devuelto lo que en un día, un hombre entregado a este club, ya que en su casa de la calle Rio, en la parte de arriba de su local comercial se fundó este club de fútbol, casa de JARABA, Luis Jaraba, q.e.p.d, en sus últimos años, me comentaba que en la década de los cincuenta, ya le hicieron un himno a nuestro RECRE, la partitura y la letra. La conservaba él, en su casa de Algeciras, la verdad, un hombre que junto a Juan Cortés Mora, le
dieron a este equipo lo mejor de ellos.
Luis Jaraba, me hablaba infinidad de veces de Enrique Agredano, otro firme baluarte del fútbol de nuestra comarca, directivo de ese Recre y árbitro, un hombre con una sapiencia increíble sobre todo lo relacionado con estos colores blanco y azul, de ellos aprendí el sentir en mis adentros ese cariño hacia los colores representativo de mi pueblo, y que verdad es esta, que bonito es ponerse una mañana, una tarde y saltar a esos terrenos de Dios, para disputar ese encuentro contra otros equipos de esos pueblos de nuestra provincia, cuanto recuerdo y cuantas amistades se consiguen
con este deporte, la convivencia es muy generosa y de verdad nos une mas y mas, y cuando como en este momento ya retirados, queda ese consuelo, que al vernos de nuevo, las amistades vuelven a sentirse más cerca, a pesar de los años pasados.

Nunca dejaré de agradecerle a todos mis compañeros de viaje en este gran recorrido, el poder felicitarlos a todos, son muchos y es muy difícil, el poder conexionar con todos, pero desde estas líneas se quiero llegar a decirles, que todos pusieron su granito de arena por hacer un Recre mejor, que todos dignificaron estos colores nuestros, que todos ellos, supieron en su momento lo que
significaba defender este escudo, todos ellos jugaron altruistamente y todos fueron muy felices jugando en el equipo de Belmez, ese Recre que nace en las entrañas de los belmezanos amantes de este deporte.

Para mí no hay ni mejores ni peores, para mí con todo mi respeto son todos grandes jugadores, con algunos compartí ese momento crucial de vestir esa camiseta, con otros por edad no pude, pero lo seguí y los pude ver en mis muchos viajes que he hecho a lo largo de mi vida a ese rincón Belmezano, me siento muy unido a este club desde que tengo uso de razón, lo he vivido de cerca en mi niñez,
adolescencia, juventud y sénior y ahora ya de mayor, lo sigo queriendo con el mismo cariño que el mismo día, que recibí aquél balonazo, cuando estaba sentado con unos diez años, en ese asiento de cemento, cogiendo el cable cabestrante que delimitaba el terreno de juego, ese balón de correílla, me hizo una pequeña herida en mi pecho, el golpeo de Pepe Domínguez, lo sentí de cerca, y este recuerdo, en vida de este jugador lo comentamos muchas veces. Mi pasión por verlos entrenar, me vino de mi tío Adolfo Estepa, que era la persona de usos múltiples que tenía el Recreativo Belmezano por aquél tiempo.
Como he dicho al principio de este pequeño homenaje de reconocimiento a todos esos chavales que a lo largo de esta dilatada historia deportiva, fueron inmejorables en ese esfuerzo y en esa entrega de todo corazón por unos colores, que siempre fueron un verdadero ejemplo para todo el mundo.

No importa ganar, no importa perder, pero si importa el saber ganar y perder, ese es el adjetivo que este club, ponderaba siempre, que la actitud deportiva, siempre era más importante que la victoria final, ya que ese comportamiento en el terreno de juego era una victoria segura siempre.
De nuevo con todo mi cariño, para todos esos muchachos que aunque no se digan nombres, todos están en la memoria de todos nosotros, ya que su fútbol siempre permanecerá junto a todos aquellos que por fortuna os vimos jugar y como siempre hago y digo, gracias por todo lo que nos diste.

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