Leo con cierto disgusto en el número del presente mes de octubre, que hay una gran satisfacción oficial por haber conseguido que el pago de la investigación sobre la contaminación del cerco, se realice a medias entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía.
Se dice que el periodo de investigación durará doce meses y que si se detecta algún tipo de contaminación se estudiará lo que haya que hacer.
Pero antes, obviamente, hay que determinar la parte que va a investigar cada organismo y habrá que firmar los protocolos correspondientes a esa investigación y los acuerdos pertinentes de los pagos a realizar. Y no me olvido de que habrá que redactar los pliegos de condiciones y someter a concurso las tareas a realizar. Yo calculo, aún siendo optimista, que para la feria de Peñarroya de 2017, estaremos igual que estamos hoy.
Desde que se hizo la compra de El Cerco, ha pasado el final de la legislatura de la alcaldesa Sra. Luisa Fernández, se ha pasado la legislatura completa de la alcaldesa del PP y más de un año de la del Sr. Expósito Prats.
Y nuestro municipio, nuestra ciudad, todavía no ha sacado ninguna rentabilidad a los tres millones de euros que, según tengo entendido, costó la compra de El Cerco. Es decir, aquí solo se puede hablar de inutilidades e incompetencias y que cada cual se aplique la parte que le corresponde.
Un modestísimo servidor entiende que lo que se debería hacer es planificar las superficies disponibles dentro de El Cerco. Hacer un estudio topográfico de esas zonas y un estudio geotécnico. Y a continuación, estudiar las posibilidades de llevar agua potable, electricidad, gas natural y evacuación de pluviales y aguas residuales. Incluyendo sus costes.
A partir de esos estudios se podría definir la parcelación posible para ofrecer a las empresas que deseen establecerse en esas parcelas.
Es muy posible que me haya dejado en el tintero alguna de las cosas a realizar, pero estoy seguro de que si se ponen a hacer algo darán con ello.
Lo demás estimado director del periódico y lectores en general es no hacer nada, o sea marear la perdiz como se viene haciendo durante cinco año. Y nuestra ciudad necesita que se revitalice sin esperar más.

En Madrid a 13 de Octubre de 2017

Gabriel Domínguez Tabales
Ingeniero Técnico Industrial

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