29 de abril de 2015 | Francisco J. Cabezas

Sólo es cuestión de sentido común

Fuente Obejuna, como la mayoría por no decir todos los pueblos y ciudades del mundo, sufre problemas de circulación vial y falta de zonas habilitadas de aparcamiento.
La construcción de la localidad en un cerro lleno de callejas estrechas y escarpadas no ayuda para nada a la solución de todos estos problemas.
Hace apenas año y medio entró en vigor un nuevo plan de reordenación urbana por el que se cambió el sentido a algunas calles y se prohibieron zonas de aparcamiento "para el buen funcionamiento de la circulación vial".
Algunas calles y zonas del pueblo están pidiendo a gritos la prohibición de estacionamientos, mientras que en otras estos fueron restringidos sin que provocaran obstáculo e impedimento alguno para la circulación de vehículos correctamente. Concretamente las calles Luis Antonio Burón Barba y Valverde entre otras son ejemplo de ello.
En el caso de la primera, específicamente en el tramo de calle que linda con la plaza de Jesús Nazareno, es en primer lugar una cuestión de respeto hacia familias que viven en esta zona con algunos de sus miembros mayores y enfermos. En más de una ocasión el acceso de las ambulancia a las puertas de estas viviendas ha sido una odisea precisamente por la permisión de aparcamientos en este tramo de calle. Pónganse en el caso de que se trate de un caso de gravedad en el que cada segundo que se pierde va en detrimento de la salud y atención del enfermo. En segundo lugar se trata de civismo, el estacionamiento de vehículos en este lugar impide la buena circulación de automóviles, dado que la estrechez de la misma hace que el resto de conductores tengan que subirse al bordillo de la plaza de Jesús Nazareno para poder atravesarla. En más de una ocasión ustedes lo habrán sufrido.
Son contadas las ocasiones en las que yo he aparcado mi automóvil en el lugar que les reseño porque con esta actitud estaría sin duda contribuyendo a potenciar este desorden urbano. De esas contadas ocasiones en una de ellas fui requerido para que abandonara el lugar porque entorpecía la circulación. Mi coche al igual que el resto estaba “bien aparcado en un lugar adecuado”, sin embargo entorpecía. Y estoy completamente de acuerdo, pero no porque estuviera mal estacionado sino por falta de espacio. Indudablemente abandoné el lugar que pronto fue ocupado por otro turismo causando el mismo malestar que estaba causando yo.
Es por todo ello por lo que pido y transmito el repetido mensaje de mis vecinos y vecinas que sufren en primera persona esta situación, que se prohíba el aparcamiento en estas zonas por el bien común. Se trata precisamente de eso, de un poco de sentido común.
En el 99% de los casos no se estaciona o aparca en un lugar prohibido por mero antojo sino por falta de zonas habilitadas para ello.
Realmente es cierto que es muy difícil, yo diría prácticamente imposible, la puesta en marcha de un plan vial que nos agrade y beneficie a todos (todos, metiéndome yo el primero, buscamos la facilidad, la comodidad y beneficio a la hora de circular y aparcar, pero precisamente vivimos en comunidad y hay que respetar y ser respetado). Lo que sí es evidente es que zonas como las que he mencionado a lo largo de este escrito deben quedar exentas de estacionamiento de vehículos por el bien de todos, tanto cuando seamos peatones como cuando seamos conductores.
 
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