La vida de las asociaciones y peñas de nuestros pueblos han dejado siempre una gran ilusión en lo referente a la actividad desarrollada, son años de comunicación y vivencias inolvidables y sirven para unirnos mas y mas en nuestras relaciones de la vida cotidiana, a lo largo de nuestra ya dilatada vida he visto y he podido disfrutar junto a ellos en algunos viajes que hemos coincidido, en esos viajes donde el poder ver a ese torero en el argot de su profesión, esos momentos son irrepetibles y todo esto gracias a esas personas que fundaron con el mismo ánimo del que hoy las mantienen y eso siempre es para poder felicitarles con toda pasión y respeto por sus conductas en pro de unir en ese ambiente festivo de esa gran fiesta taurina a la que pudimos ver en directo a esas grandes figuras que a los aficionados al mundo taurino nos deleita.
Bueno pues después de cincuenta y cuatro años de su fundación, año 1961, la Peña del Cordobés, sigue muy viva, en el restaurante belmezano Casa Crespo, han tenido la asamblea ordinaria actual dentro de un ambiente colosal y cerrando la etapa que dentro muy poco empieza de nuevo, y poder perfilar esos futuros desplazamientos para seguir en la línea de compromiso de esta entrañable peña taurina belmezana.
Han pasado mas de medio siglo desde aquella feliz idea, en aquél local inolvidable del A.B.C.,donde las tertulias taurinas y eventos eran muy importantes en aquellas décadas, y aquellos carteles taurinos de las corridas a celebrar en nuestro coso belmezano le daban a la feria en honor a nuestra Patrona la Virgen de los Remedios un realce muy importante de animosidad a la mencionada feria, los trenes de la ancha y estrecha traían a personas de la capital Córdoba y del valle de los Pedroches a presenciar en directo esos carteles mencionados, la vida de trabajo en los años sesenta aún eran muy importantes y pueblos de la capacidad de habitantes del pueblo hermano y vecino Peñarroya-Pueblonuevo, Pozoblanco, Hinojosa y pueblos colindantes hacían que esos graderíos de la capacidad de los cuatro seis aforo en aquellos momentos de la vida belmezana se llenaran hasta los topes.

Manuel Benitez el Cordobés, nos visito en muchas ocasiones como novillero y matador, sin olvidarnos nunca de aquél festival en homenaje a la explosión minera, donde se dejó el alma en beneficio de ese tan lamentable y nunca olvidada desgracia.
Termino diciendo sólo, que es para mi un honor el poder escribir cuatro letras con mucho cariño en reconocimiento a la labor social que esta peña belmezana le ha dado a su pueblo y felicitar a todos sus miembros, aquellos que ya no están con nosotros y a los que están actualmente, por esa dedicación relevante en ese largo periodo de vida de esta sensacional peña taurina, cincuenta y cuatro años es su edad, que sigas cumpliendo muchos mas es lo que te deseo de todo corazón.