A veces la vida es demasiado corta para algunas personas, sinceramente llevamos un año 2.014 en nuestro pueblo que es muy difícil enumerar la despedidas de personas aún jóvenes y que han dejado una desconsuelo y una pena grandísima entre sus familiares y amigos, en poco espacio de tiempo y aún sin recuperarse uno de ese óbito en pocos días aparecía otro y la verdad que hay que ser muy fuerte para poder superar ese inmenso vacío que han dejado todos estos belmezanos que en apenas tres meses nos dejaron, hace unos días nos dejó una luchadora que nunca perdió su sonrisa y que siempre estaba dándole ánimos a los demás, una mujer muy joven aún para irse de la misma forma que otros paisanos nuestros, ella era la sonrisa andante, a su lado no había pena ni problemas su carácter era el pasaporte idóneo de esa persona entrañable y a la que tienes que querer por su forma de ser, he tenido mucha suerte de poder estar a su lado en muchos momentos que bajaba a Belmez, y me la encontraba, ella en el facebook siempre tendía su mano, sé lo mucho que sus amigas y amigos han sentido su perdida, Lolilla era un ejemplo para los demás, buena persona, buena hija, muy especial como amiga, los que tuvimos esa gran oportunidad de pertenecer a ese grupo siempre la tendremos en nuestros recuerdos, melliza de su hermano Miguel, tenía otro hermano y otra hermana, un familia muy conocida en nuestro pueblo amigo Navarro, ella sabia conectar con todo el mundo y a su alrededor nunca había disgustos, si mucha alegría que ella transmitía, esta vida como decía al principio, hay personas que van pasando y bueno no llegan a conectar por su forma de ser y otras que dejan una impronta muy difícil de olvidar, en este caso esta gran mujer, si estuvo ahí junto a los suyos y junto a sus amigos siempre, ayudando dentro de sus posibilidades, al lado del más débil siempre, y ese semblante y esa armonía nunca la perdió, la verdad que esto es más o menos lo que de ella pensamos muchos belmezanos y que gracias a este digno periódico podemos escribir con todo el cariño del mundo una líneas llenas de nostalgia y de dolor y a la vez de mucha alegría, ya que el haber podido hablar con ella, vivir momentos irrepetibles que nunca olvidaremos, ella nuestra LOLILLA, como todo Belmez le decía, se nos fue, pero nunca dejó luchar ante esa maldita enfermedad y siempre con mucho arte, aguantando y aguantando los días y días que la sonrisa le costaba sacar, pero ahí estaba ella, para no preocupar a su familia y amigos, una palabras de cariño siempre tenía en sus labios y esa sonrisa que le regalaba a todo el mundo, día tras día.
Lolilla, nunca dejaré de quererte como muchos otros amigos y en especial uno que siempre tenías a tu lado ese amigo que nunca te dejó y que compartió contigo todos esos buenos momentos y algunos menos buenos, pero para Rafael Mahedero, tu amistad siempre fue muy importante, las puertas del cielo se han abierto de par en par, llega una gran SEÑORA, una GRAN MUJER, y un pedazo de buena amiga, una Belmezana de diez.
Hasta siempre Lolilla, te seguiremos queriendo de por vida cariño.