1 de agosto de 2013 | Dani Solano
Esa mirada limpia
Siempre en verano es mas fácil cumplir con las promesas que se les hacen a los mas pequeños, esos pequeños que con su gran inteligencia y esa mirada limpia, gracias a Dios, te lo recuerdan constantemente, y ahora al aprovechar esos días de vacaciones de lo colegios en esta temporada estival podemos cumplir esas promesas que son una verdadera alegría, ver como disfrutan y cómo sus miradas limpias y transparentes con esa dulzura la sonrisa les llega a su rostro al ver esos centros de ilusiones, hace unos días pudimos cumplir esa promesa a mi sobrina Paula, por parte de su prima María, que la llevó a ese como he dicho centro de ilusiones, el parque de la Warner, ahí pudo disfrutar junto a ese complemento de actividades y personajes de televisión que ellos tanto les gusta, de verdad al regresar a casa después de esa dura jornada, no cesó en ningún momento se subirse y bajarse de esas atracciones, fue un día que nunca olvidará seguramente.
La sonrisa de un niño no tiene precio, los mayores debemos de hacerle que sus
etapas de crecimiento sean lo mas felices posibles, en este mundo tan complicado y tan difícil que los mayores hacemos, debemos de ser muy conscientes que la buena formación en esas etapas, forman a las personas, el cariño y el amor constante hacia ellos debe ser siempre lo primero, las necesidades de todos los niños deben de estar cubiertas, las familias y los gobiernos deben de estar siempre muy pendientes de que las necesidades básicas las tengan cubiertas, sanidad, educación, y todo lo que ello deriva en su manutención, ningún niño debe pasar hambre, ningún niño debe de estar sin escolarizar, ningún niño sin las prestaciones necesarias y en ello los gobiernos deben de estar muy cerquita de todas esa familias que tienen muchas dificultades, eso es primordial, por eso todos los niños deben de tener esa sonrisa, esa dulzura en su mirada, esa edad que necesitan mas protección, esa edad maravillosa que algunos se nos cae la baba, de verdad es lo que le deseo de todo corazón a todos nuestros niños, esos pequeñines como mi sobrina Paula, le demos lo mejor de nosotros para ellos.
Lon niños son la alegría de las casas, de nuestros hogares, ellos se merecen la mayor atención, yo nunca olvidaré cuando hice una gestión y pude traer a unos niños pequeños y algunos un poco mas grandes a Madrid, a ver un directo un partido de fútbol en el Bernabéu, y conseguir por ese bonito detalle del Real Madrid esa gratuita invitación y mirar a los niños sentados desde esa butaca con esa mirada limpia, observando las evoluciones de aquellos jugadores que para ellos era sus héroes preferidos, ese día nunca se me olvidará.
Bueno, mi deseo es que todos los niños tengan esa oportunidad de disfrutar, con esa ilusión que en sus caras no pueden omitir, esa alegría la transmite a todos nosotros, cuando ellos son felices, nosotros también, ese debe ser el mensaje siempre que debemos y mucho cuidar.