27 de abril de 2013 | Dani Solano
Siempre al lado de ese escudo
Los que ya estamos en una edad avanzada y nos ha gustado muchísimo el deporte rey del fútbol, pues mas o menos siempre hemos estado ligados en momentos cruciales en la vida de nuestros ídolos, en la época donde me centro había en este país varios futbolistas que marcaron la vida de los clubs en aquellos tiempos, fueron muy importantes en sus equipos y hoy algunos todavía están ahí junto a ese escudo que nunca olvidaron, en este caso me ocupa ALFREDO DISTEFANO, que aun a su edad avanzada sigue acudiendo a diario a su despacho, junto a la oficina de los veteranos del Real Madrid entrando por esa calle muy arraigada al fútbol madrileño de Concha Espina, hoy llamada Santiago Bernabéu.
Ante de seguir haciéndole a D. Alfredo, un pequeño homenaje desde lo mas humilde de mi persona, antes tengo la gran obligación como he dicho al principio de nombrar a otros jugadores que dejaron esa señas de identidad en los clubs que militaron, Ladislao Kubala, fue un símbolo en el F.C. Barcelona, y en nuestra Selección Española de fútbol, Eusebio ese portugués que hizo del Benfica, un club grandísimo en el panorama futbolístico del mundo, Sivori, Pelé, y otros. MARADONA, nació para engrandecer el fútbol de Argentina y del mundo, muchos fueron los que dieron gloria a este bello deporte del fútbol.
Como decía al principio y hablando de la calidad humana de esta SAETA RUBIA, aquella película que hizo y en ella se dejó notar la calidad futbolística de este hombre, paso a contar una bella historia que me tocó vivir en primera persona y que dejo muy claro la sensibilidad y el cariño de Alfredo Diestefano hacia los niños, un día de los muchos que aparezco por Belmez, estaba tomándome junto a un amigo unas cervezas, cuando me llamó el chico de los hermanos Caro, para comentarme lo que su hijo Fco. Javier, había coleccionado, era un libro muy bien ilustrado desde el año de fundación del Real Madrid, aquello era una delicia un trabajo inenarrable y muy meticuloso a pesar de la pronta edad de este joven, su padre me comentó si me lo podría traer para Madrid, para que lo vieran en el club, y me lo pudieran firmar algunos jugadores emblemáticos, bueno cogí ese libro y una mañana ahora hace un par de años, salí hacia el Bernabéu, nevaba en esa ocasión
y al llegar al club me dirigí al departamento de veteranos, ahí en un salón muy confortable departían Zoco, Pachín, Santa María y Buyo, entre y le pedí por favor si me podían firmar para el niño, al ver el libro se quedaron perplejos y fue para ellos una gran alegría el verse en la cantidad de fotos que argumentaban esa vida deportiva de ello, bueno le dije que si podría pasar a la oficina de de D, Alfredo Diestefano, y Zoco me acompaño. y por el camino, me decía, hoy hace un día malísimo y esta nevando, igual no viene y al llegar a la oficina ahí estaba sentado en su silla, en su mesa y en esa despacho lleno de fotos de su trayectoria deportiva desde el Millonarios, Español de Barcelona y su Madrid, le pedí pasar y le comentaba la ilusión del niño porque le firmara, y él me dice. para los niños lo que haga falta, ellos son la obra que deben de continuar con esta afición para que el mundo del fútbol sea aún mas grande, cogió el libro y rubricó esa firma deseada y en ese momento sentí en mi interior lo grande que fue este hombre como jugador, pero como persona sus valores y su calidad humana quedo mas que demostrada con esa recepción hacia mi persona.
Ese escudo lo lleva muy dentro de corazón, tiene ochenta y siete años y en su respiración y en su mirada se nota lo que quiere al Real Madrid, ese estadio que lleva su nombre, done juega el Castilla, es mas que meritorio, y esa estatua que allí permanece, hace honor a esa forma de cantar un gol en ese salto que aún mantenemos en nuestra retinas los que tuvimos esa gran suerte de verlo en aquellas televisiones de blanco y negro, termino diciendo Gracias D. Alfredo por todo lo que nos dio a lo largo de su vida por estos colores blancos.