Uno siempre debe destacar y admirar a esas personas que tuvimos esa gran suerte de tenerlas junto a nosotros y que siempre supo valorar esa palabra de amistad, esto en la vida es un verdadero placer, yo por suerte desde hace ya muchos años tuve esa gran suerte de conocerla, desde mis tiempos de novio, ella llegó a esta familia cuando era una jovencita, trabajaba de enfermera en hospital de Málaga, junto a una belmezana que en gloria esté, Felicidad Siruela, Torrico, hija del peñarriblense Andrés Siruela, casado con Felicidad Torrico, practicante de pueblo y de la empresa Carbonífera en aquellos tiempos y afincado en Belmez, y también que Dios los tenga junto a su mujer en un mejor sitio, ya que en si vida terrenal, sólo hicieron el bien por los demás, por eso su recuerdo están siempre en la mente de todos los belmezanos.
Bueno esta gran mujer, como he dicho, se vino de su tierra natal Melilla, a estudiar Ayudante Técnico Sanitario , en la especialidad de Matrona, a la ciudad de Málaga, ahí coincide con la belmeza Felicidad, y nace esa amistad de estudiantes, y comparte ilusiones y trabajo, en sus continuas venidas a Belmez, ahí en esos días donde era muy feliz, conoció al amor de su vida, un belmezano, hermano menor de Felicidad, por cierto un hombre muy guapo según todas las mujeres de Belmez, estudiante de magisterio, y posteriormente también trabajo de enfermero, Sebastián, como ella dice a voz llena el amor de su vida y no hay nada mas que verlos para sentir ese sentimiento que nace de ellos.
Cármen Martín Salvador, es esta persona que siempre brillo con luz propia, en estos viajes, conoció también a su cuñado Andrés y a la mas pequeña de la casa Marireme, también enfermera en el Hospital Virgen de la Nieves en Granada y una gran amiga del que suscribe, Mari carmen por su carácter ejemplar, fue siempre un importante pilar de unión familiar, sus suegros la adoraban, eso lo he vivido, y ella es de esa clase de buena gente, que siempre tiene una palabra bonita par cada persona, unos valores realmente muy arraigado en ella, como no podía ser de otra forma, nace entre ellos ese chispa y se casan y forman un familia muy bien avenida, tienen cuatro hijos, José Miguel, Irene, Sebastián y Esperanza,
El motivo principal de traerla a este digo periódico, amigo Agustín, a esta gran señora, es porque como belmezano me siento muy orgulloso de tenerla siempre junto a nosotros. porque quiere este pueblo blanco de una forma grandiosa, porque ha dejado siempre una impronta difícil de olvidar, porque cada minuto siente y admira a este pueblo y a sus gentes, porque siempre intentó y lo sigue haciendo el unir a la familia y a los amigos, tiene en sus espaldas miles de kilómetros viajando constantemente desde esa ciudad de Málaga, hoy desde el Rincón de la Victoria a su pueblo Belmez, pueblo que como he dicho adora, los que hemos tenido la gran suerte de compartir con ella muchos momentos inolvidables y otros tristes, muy tristes, pero que aún los recordamos, porque esas personas que se nos fueron siempre estarán en nuestros corazones.
Mari carmen, es muy querida en BELMEZ, tiene una cantidad de amigos, que siempre están ahí a su lado, ella junto a su marido forman un dueto increíble, no hay fecha de fiesta que no aparezcan por este pueblo hermoso, siempre están en continuo apoyo a nuestro pueblo y sus idas y venidas son siempre esperadas con mucho anhelo y mucho cariño, el mismo cariño y anhelo que ella da a todo el mundo eso es una asignatura que siempre aprobó esta buena persona.
Ya para terminar decirle, gracias MARICÁRMEN, por esa gratitud hacia nosotros cuando hemos estado juntos, gracias por esos ratos tan buenos que hemos vivido junto a vosotros en esas visitas a Málaga y en Belmez, sólo te voy a pedir una cosa. sigue queriendo a este bello lugar, queriendo a este pueblo, me quieres a mi.
Sigue brillando con esa luz transparente y clara como es tu vida. Te quiero.