6 de marzo de 2013 | Daniel Solano Sújar
El fútbol, su pasión
La vida te depara momentos inolvidables, en cualquier momento vives experiencias muy positivas que te afectan claramente para bien, si tú en la vida vas con la cabeza alta, dejando una impronta en aquellas personas que has tenido la suerte de tratar y compartir con ellos ilusiones y esfuerzos, pues a la postre es muy gratificante el recordar todo aquello vivido, eso me pasó el otro día, el domingo pasado estando viendo el partido de fútbol del C.D.C. MOSCARDÓ, contra el SANTA ANA, este club es del barrio de Fuencarral, ahí en ese barrio viví unos diez años, una vez emigrado de mi pueblo, aquí compartí camiseta roja con un gran amigo, que ese día también había venido a ver el partido citado, al pasar cerca de la tribuna oigo nombrar mi nombre, y giro mi cabeza y lo veo, su hijo jugaba en el Santa Ana, por cierto buen futbolista, muy parecido a su padre, lo que son los genes, por dios, bueno la alegría fue inmensa, hacia ya uno cuantos años que no nos veíamos, y la verdad toda la conversación giró alrededor de nuestras vivencias futbolísticas, él también estuvo conmigo jugando en el Recreativo Granada, en aquellos años 1972-73, en la conversación salió un gran amigo de los dos, un pedazo de futbolista que también salió de esa barrio de Fuencarral, Manuel Ávila Villalobos, jugaba en un equipo local la Toledana, vivía en el poblado-B, de este barrio citado, días antes le había preguntado por mí a este buen amigo mío, y excelente persona.
ÁVILA, como se le llegó a conocérsele futbolísticamente, ingresó en la Real Madrid amateur, se hizo con su puesto de lateral izquierdo, la verdad tenía muchas cualidades, con diecisiete años fue campeón de España de aficionados con el Madrid, tuve la gran suerte de jugar contra él en el año 1971, en POZOBLANCO, en un partido de feria que vino el MADRID, esa misma temporada lo ficha el C.D. LOGROÑÉS, en segunda división, estando ahí
Jugó dos temporadas fenomenales, 71-72 y 72-73, jugando de titular 32 partidos completos en ambas temporadas, la temporada 73-74, ficha por el Córdoba, lo celebramos con una comida en casa Pedro, en Fuencarral, yo ya había vuelto a Madrid, de Granada, y en ese momento estaba jugando en el LEGANÉS de la mano de Montero, un mister irrepetible, en la feria de LEGANÉS, viene invitado el Córdoba, aquél equipo de los Cuesta, Onega, Ávila, Dominichi, un equipazo, como le pegaba a la pelota Daniel Onega, todo esto lo comentaba con mi amigo viendo el partido que antes he citado, la verdad es que si tu dejas un buen rastro, dejas una huella que al final siempre es muy digno ese reconocimiento que te puedan hacer por tu buen comportamiento, y esto para mí siempre fue la matrícula que quise aprender en esto del fútbol, porque la vida futbolística es muy corta y lo que siempre debe imperar es las buenas amistades que te puedas crear gracias a la buena comunicación que te ofrece el deporte.
Bueno amigo NAVARRO, fue una buena mañana, saludar a un gran amigo, excelente compañero de viaje en esto del fútbol, aquellos tiempos de Granada no lo olvidamos ni cuando jugamos en el FUENCARRAL C.F., tuve la oportunidad de conocer a su hijo, y darle un gran abrazo para que se lo trasladara a ese otro amigo Manuel ÁVILA, excelente exjugador y excelente persona y un pedazo de futbolista como lo dejó demostrado en el Logroñes y Córdoba.
Este artículo se lo quiero dedicar a mi amigo MORAGA, por todo lo que ha hecho por el fútbol en Villanueva del Rey, Fuente Obejuna y como no en nuestro Recreativo Belmezano, porque se que a él le gusta mucho estas pequeñas historias de fútbol.