12 de octubre de 2021 | Daniel Solano Sújar
Belmez, ese bello lugar
Siempre agradeceré a mis padres, el haber nacido en este rincón, en este paraje universal que sus atardeceres, anocheceres y amaneceres ,son un claro ejemplo de solidaridad compartida y que todos juntos hacemos un gran pueblo, un lugar donde te sientes feliz, en esas calles blancas y donde el aire de nuestro parque nos llega a cada uno de esa forma que te embriaga y te hace sentirte muy feliz, todo esto lleva un proceso de todos aquellos hombres y mujeres que en nuestras vidas pusieron ese granito de arena para hacernos un Belmez mucho mejor, tiempos de trabajo, y de arraigo a nuestra tierra, esa que nunca olvidamos, estemos donde estemos, este sentimiento se forja gracias a esos consejos, esas tardes de charlas, sentados en esas sillas de enea y comentando todo lo relacionado con este núcleo, este pueblo que se nos metió en nuestras entrañas y nunca queremos que salga de ahí.
BELMEZANO, es una forma de ser y de sentir, eso se lleva en nuestros genes, sufrimos una desarraigo muy grande, en esos años cincuenta y tantos, muchas salidas para otros lugares en busca de ese sustento y esa estabilidad económica, y fueron años muy duros, era muy difícil, bajar esa carretera de la estación en busca de ese tren que nos llevaría a nuestro nuevo destino, fuera de todo este Valle del Guadiato, que tanto nos costó dejar, cuando las vivencias son muy importantes en la vida y formación de las personas, y todo eso, nos lo dejamos atrás, pero nunca nos pudieron quitar ese sueño, ese arraigo y ese amor a lo nuestro, nuestro acento sigue muy vivo, y esas calles que tanto queremos, nunca salieron de nuestros corazones, Belmez es parte fundamental para todos los nacidos en este lugar y para aquellos que nos acompañaron siempre en ese cariño mostrado, aunque no nacieran aquí, pero son tan belmezanos como todos los demás, sinceramente no hay nada mas hermoso que sentirte belmezano, esto te ayuda en esos momentos que a pesar de la lejanía, nunca lo olvidaste, esas raíces son muy fuertes y van unidas a toda una trayectoria de amor y cariño a ese pueblo, ese que lo llevas integrado en el corazón y algunas lágrimas se te caen, cuando afloran esos recuerdos vividos y por parte de la familia que perdimos y que fueron muy importantes en este sentimiento de nunca dejar de querer a este rincón que forma parte de nuestras vidas.
Pasaran años y años y el sentimiento nunca dejará de estar ahí, Belmez, nos engullo desde nuestro nacimiento y esa referencia, que la vemos desde cualquier sitio del pueblo, desde su torre del homenaje, con su ojo avizor nos protegerá desde donde estemos, y todos nos sentimos muy orgullosos de que así sea.. BELMEZ nuestra referencia, ese bello lugar que todos tanto queremos y que lo haremos siempre de por vida.
VIVA BELMEZ Y SUS HIJOS
(Foto de José Manuel Castaño)