Cuando el fútbol te da esa oportunidad de estar en esa gran órbita futbolística, cuando desde muy pequeño ese anhelo de correr detrás de ese nervioso balón, cuando bajaba al Juan Cortes Mora, y en su adentro sentía de una forma muy entregada todo lo que le mandaba en esas tareas de formación, cuando sales de ese núcleo belmezano muy joven y empiezas a trabajar duro en esos entrenamientos, cuando desde ese club cordobés, llegas a esa ciudad deportiva del Real Madrid, cuando empieza esa etapa junto a unos nuevos compañeros y bajo la dirección de un técnico y en todo ese tiempo de aprender y aprender, siempre con el respeto adecuado a tus técnicos, cuando su calidad es muy observada y detalla grandes posibilidades, gracias al trabajo y abnegación en todo ese núcleo de formación, cuando inesperadamente llegan esas terribles lesiones y muy duras, ese trabajo de seguir y seguir, dentro de ese gran dolor de recuperación, y nunca bajar los brazos, cuando te recuperas y empiezas a sentir esas sensaciones que te hacían de nuevo ser ese jugador necesario en los esquemas de tu técnico, cuando la ilusión vuelve de lleno y te sientes muy feliz, de nuevo otra vez esa lesión que te priva de estar junto con tus compañeros, luchando junto con ellos para poder ayudarlos en esos partidos importantes, y en ese tiempo de Sevilla en esos grandes equipos donde dejaste tu calidad contrastada, ese tiempo inmejorable y nunca olvidado, cuando de nuevo te integras en ese equipo fuera de la península y dejas muy claro tu de nuevo calidad, cuando el fútbol es tu vida, cuando la sonrisa de nuevo vuelve a tu cara, cuando entras en ese proyecto de ese técnico, que confía en tus posibilidades y a lo largo de la temporada, realizas una temporada completa, plena integración, compromiso, esfuerzo, arraigo a los colores y dejando esa calidad que atesoras desde tu nacimiento, porque futbolista se nace y se complementa con esa formación y esa seriedad en todos los aspectos, cuando tu eres tu, NANÉ, García Márquez, y en todo tu trabajo de muchos años, siempre fuiste ese jugador respetuoso con los técnicos y compañeros, cuando siempre que saltaste a esos terrenos de juego dejaste todo lo mejor de ti por esos colores que defendías, y cuando sientes en tu interior que eres FUTBOLISTA, ahí en ese momento, los que te queremos, esos que estamos a tu lado, nos sentimos muy orgullosos de ese gran éxito deportivo, ese ascenso a la SEGUNDA B, corroborando un gran trabajo de equipo, esa palabra que tanto me gusta y que tanto me dio y me enseñó en mis años de esta faceta futbolística, HUMILDAD, y que tu la has representado en todos los equipos que has estado a lo largo de tu vida deportiva, de la que todos los belmezanos nos sentimos muy felices y orgullosos de ti, enhorabuena NANE, sigue con esa sonrisa y diviértete ,todo lo que sufriste por esas lesiones quedan en el olvido, felicidades de nuevo, gracias por sentir el fútbol como tu lo haces.
Abrazos mucho campeón, tu BELMEZ está muy orgulloso de ti.