27 de febrero de 2021 | Daniel Solano Sujar
Seguimos muy juntos
Un escudo que no unió de por vida
Han pasado muchos años, pero todo sigue muy reciente, esa ilusión por la llegada del próximo partido, era el sinónimo volver a sentir ese deseo de defender con todo nuestro esfuerzo a ese equipo representativo de un gran pueblo deportivo, éramos muy jóvenes, pero con mucho respeto por ese dorsal que llevaba impregnado esa camiseta, que era un símbolo muy importante para ese pueblo grandioso, este núcleo de jugadores con su técnico al frente y junto con esa directiva, fuimos ese puente de unión que hizo que al final del campeonato liguero, ese titulo de campeón llegara a las vitrinas de ese club deportivo CD Pozoblanco.
Esa década de los setenta, al principio de ese año, fuimos inmensamente felices compartiendo momentos de fútbol nunca olvidados, si han pasado muchos años, pero todo esto lo tenemos muy reciente y esa amistad quedó para siempre en la mente y en el recuerdo de todos lo que formamos ese grupo deportivo, jugadores de esos pueblos nuestros de ese Valle de los Pedroches, Valle del Guadiato y de nuestra capital Córdoba, una solidaria unión entre todos conseguimos esa fuerza para llevarnos ese campeonato liguero de esa temporada 1970-71, un tiempo que nunca olvidamos y que sirvió para unirnos mas en ese sentimiento de querer a este club, por todo lo que nos dio a lo largo de toda la temporada.
Desde estas líneas que me permite este periódico digital, Infoguadiato.com, quiero recordar con mucho cariño a todas esas personas que estuvieron junto con nosotros en ese trabajo y con esa ilusión de de sentirnos muy felices defendiendo este éste escudo de esa gallo encima de pozo, esa junta directiva bajo a presidencia de D.RAFAEL GARCÍA, ese técnico inolvidable y bellísima persona PEDRO PARRA, ese directivo impagable todo lo que le dio a este club, D. Manuel García Cano, ese ejemplar personaje, nuestro amigo Santiago Muñoz Dueñas, SANTI, y todos los demás directivos, sin olvidarnos de nuestro utillero, nuestro PEDRO, decir que ese pedazo de futbolista y compañero ANDRES MARUSA, cuanto le debemos, y cuanto cariño nos dio en todo se tiempo, una persona que lleva muy adentro esos colores, cuando el trabajo por desarrollar una actividad de la forma que este núcleo de personas mencionadas, hacia, dice mucho de esa entrega y ese amor a unos colores que nunca han dejado de estar con ellos a pesar del tiempos ya pasado, de esa misiva aprendimos y lo llevamos a la práctica y eso se denota anualmente en esa comida de hermandad, parada por culpa de este bicho inmundo, que nos está haciendo un daño irreparable, espero y deseo de corazón, que cuando esta pandemia termine, y pidiéndole a DIOS, que nos ayude a superarla y volvamos a vivir ese día de convivencia tan importante para todos nosotros.
El CD Pozoblanco es nuestro punto de referencia y esta vivo en nuestras vidas, lo defendimos con orgullo, lo sentimos muy adentro, lo respetamos con todas nuestras fuerzas y fuimos inmensamente felices cuando nos colocábamos esa dulce camiseta, esa sensación sigue intacta cada día y el cariño y el sentimiento sigue muy vivo dentro de todos nosotros.
Fue un placer enfundarse esa zamarra del gallo encima del pozo
Desde Madrid gracias por vuestra amistad y consideración hacia mi persona siempre.