25 de abril de 2020 | Daniel Solano Sújar
Un corazón que siempre está entregado
La disponibilidad, la atención y el respeto por su profesión, hace de él, esa maravillosa persona
Hay momentos en tu vida, que te siente completamente muy feliz, al comprobar, como ese amigo al que aprecias, es muy reconocido en su labor cotidiana y profesional, y en esos círculos donde se le conoce y se le trata, todo ese gran grupo de personas coinciden , en lo mismo, palabras como, “crack, profesional, atento, y amigo”, es la respuesta a esa pregunta, ¿Cómo es el Moli?...Antonio Molina Infante, es una persona entregada y con un alto nivel de profesionalidad, mas que demostrada durante toda su vida dedicada a esta profesión, que ya data de muchísimos años de servicio en distintas empresas, restaurantes, bares y todo lo que concierna esta hostelería que tanto ofrece en este país.
Antonio, estaba llevando la cafetería de nuestra Politécnica, en esa Universidad, era superconocido, ya que los estudiantes lo querían muchísimo abierto, dialogante, servidor, y siempre ayudando a todos esos chavales de BELMEZ y de otras provincias que en ese periodo de estudios, nunca se encontraran solos, y eso este belmezano, si hubiera que examinarlo, con toda certeza sacaría matrícula de honor, Antonio, se vio obligado por cuestiones de salud, de dejar ese trabajo y su recuerdo, por todos esos años que estuvo en esa universidad es muy recordado por todos, cuando dejas un camino bien plantado, cuando tienes esa gran forma de saber tratar a esos chavales en esos momentos de tensión, ya que se están jugando a través de su estudios su porvenir y en esos duros momentos, tienen esa palabra de apoyo, creo que es una consecuencia de ese maravilloso cariño que Antonio Molina, se ganó en ese tiempo en el que estuvo junto con ellos, en ese servicio de cafetería que con tanta dignidad llevó. Este trabajo posteriormente lo lleva otro gran profesional, excelentísima persona a la que desde estas líneas le deseo lo mejor, en ese cometido, su sapiencia es muy grande y sus virtudes muchas, la Politécnica tiene suerte de tener a este gran profesional.
Decir que por todos los sitios de trabajo de ese buen belmezano, nuestro “Moli”,las palabras de afecto y cariño hacia él, son importantes, esto demuestra la calidad humana de esta muy buena persona, me siento muy orgulloso de él, dignifica a diario su gentilicio, su calidad humana es amplísima, la última vez que lo vi en directo trabajando en las instalaciones deportivas, el Pabellón deportivo, fue un gran placer, como sabe tratar a la gente que aparece por ahí a practicar cualquier deporte que embarga ese pabellón, de verdad personas como él, hacen Belmez a diario y eso si que es importante en los tiempos que corre.
Ya termino, deseando desde esta ciudad de Madrid, mi mas sincero agradecimiento a este buena persona, ya que en el día a día, siempre tiene una sonrisa para los demás, gracias Moli, por ser como eres.