Hay momentos en la vida que son muy duros, momentos tristes al saber la noticia del fallecimiento de una persona que siempre estuvo al lado de su Recreativo Belmezano, él era ese referente para todos nosotros, esos jóvenes que emprendíamos esta faceta deportiva y él nos aconsejaba y nos ayudaba a ser mejores futbolistas y a la vez mejores personas, su carácter ganador lo veíamos cuando ya un poco mayor, se ponía esa camiseta que él siempre adoró de su Recre y jugaba aquellos partidos amistosos que salían durante sus vacaciones, que año tras año, llegaba desde Barcelona a pasarlas en su pueblo, ANTOÑIN FERNÁNDEZ, reunía esa disposición de un amor a su pueblo y gente, marchó como muchos otros en aquellos años de emigración, trabajo en la Seat, allí hizo sus pinitos de jugador y entrenador, su experiencia grandísima, él venía de una gran pueblo BELMEZ, sus años de jugador fue muy importante en ese esquema deportivo, se dejaba el alma en aquellos partidos con su Recre y esa gran gama de amigos, los mantuvo siempre, lo mismo le pasó cuando llegó a ponerse esa camiseta roja de ese pueblo hermano, C.F. PEÑARROYA, imponente en su demarcación, muy querido en el pueblo vecino, Antoñin, como le llamábamos todos, marco una época con esos colores, un día 29 de Junio de 1960, saltaba al estadio Santiago Bernabéu para jugar esa final, mas que ganada, ante el Real Madrid, final del Campeonato de España de Aficionados,evento que pasó a engrosar la gran lista de triunfos de ese club peñarriblense, y quedó reflejado en ese libro de oro de la Real Federación Española de Fútbol.

Sus aptitudes como medio centro era muy seguido por muchos equipos de la provincia, estuvo y firmo con el Atlético de Madrid, pero sus deberes con sus padres, con su trabajo del medio ambiente, le hizo estar junto a sus padres y hermano para ayudarle en esas tareas del campo.
Antoñin en BELMEZ, es esa persona muy querida, nunca dejó de estar al lado de ese equipo que tanto quiso, lo mismo le ocurría con su pueblo, era la ilusión de su vida, muchos años emigrado, pero en su interior siempre estaba su Virgen de los Remedios, sus amigos y su vida, esa que él la disfruto en todos esos años que vivió junto a las personas que Antoñin quería.

Sus años de jugador con el Peñarroya C.F., siempre la recordaba con una alegría inmensa, fue muy querido, y ese míster le adoraba, era su puntal ahí, en ese espacio donde se faja los mas grandes, ese centro del campo, y que fuerza unida a una calidad inmejorable, su amor a los colores que defendió le hizo ser acreedor de sentirse muy querido, han pasado muchos años, muchos, y en todas las conversaciones, de aquellos figuras, Parrilla, Noriega, Felix, Avelino, Usagre, y tantos otros, su nombre, Antoñin Fernández, está y estará en la gran historia de este club y nosotros como belmezanos muy orgullosos también de todo los que nos diste con esa zamarra blanca y azul de tu Recre, ese que llevarás siempre impregnado en tu corazón y nosotros lo recordaremos siempre como tu te mereces.
Las puertas del cielo, estarán abiertas de par en par, y en esos inmensos prados, seguirás jugando y correteando con esa pelota que tanto te gustaba.
Te echaremos de menos y mucho, pero seguirás muy vivo entre todos los que te queremos y tu nombre seguirá en esas tertulias del gran bar, ese lugar al que tu tanto querías.

D.E.P. siempre estarás con nosotros ANTOÑIN FERNÁNDEZ.