A veces hay momentos que uno a pesar de la incertidumbre y el desasosiego ante acontecimientos tristes, ante la pérdida de un ser tan importante en tu vida, necesitas ese apoyo incondicional de tu familia, amigos y paisanos, todo esto lo he vivido en mis carnes y la verdad nunca lo olvidaré, esas muestras de cariño para mis hijos y para mi, la llevaré conmigo toda la vida, han sido mucho tiempo vivido con una persona increíble, una mujer sencillamente maravillosa y una madre ejemplar, amiga muy integra y con un alto nivel de respeto y admiración hacia todas esas personas que a lo largo de su vida conoció, han sido muchos años viviendo en esta ciudad de Madrid, y son muchas las personas, que por motivo de convivencia y trabajo, Mari, conoció, una parte muy fundamental de ella, era esa asignatura de estar siempre al lado de esas amistades que desde muy niña, la llevaba conservando, sinceramente nunca y en ningún momento ella renunció a sus raíces, quería a su pueblo y a sus gentes, quizá no lo expresaba, pero en su interior, esas calles blancas, a las que yo adoro y las tengo en mi mente a diario, ella las quería con todo su corazón, no quiero pasar sin agradecer a la dirección del periódico digital Infoguadiato. com, por ese artículo dedicado a ella, en ese momento duro de dolor, y que me sirvió mucho al leer esa bonitas palabras que mi amigos Agustín Navarro le dedicaba, son casi cincuenta años desde que iniciamos nuestra relación, esa mirada desde aquella tarde, ella apenas con quince años para cumplir los dieciséis, ese grupo de amigos y amigas que estaban en esa cafetería del gran bar, ese sitio por donde pasamos muchos belmezanos y belmezanas, donde Luis Ramírez y su mujer nos atendían de maravilla, ese momento lo tengo en mi mente y en mi corazón, y por él, siempre haré ese brindis, y lo recordaré mientras viva.

Quiero reiterar mi agradecimiento a mi pueblo, y lo hago a través del periódico donde colaboro, el cariño mostrado a mi familia, nunca lo olvidaré, me reconforto muchísimo y lo agradezco con toda mi alma, ya que fueron momentos muy difíciles y complicados donde el corazón se me rompió en pedazos.

Ya un poco mas tranquilo y recuperado, debo de seguir, la vida sigue adelante, mi familia me necesita y tengo que estar completamente bien, para que ellos sean felices, viéndome que estoy fuerte y que seguiremos todos juntos, muy juntos, ella desde el cielo, tendrá esa sonrisa que le hará muy feliz, y eso si que realmente me importa, porque nunca dejaremos de quererla y la tendremos siempre en nuestras oraciones, plegarias y en nuestras vidas, D.E.P. Mari.