La familia es ese punto que debe ser siempre de apoyo y lealtad, a veces es muy triste ver a esas familias deterioradas por culpa de intereses, que sólo sirven para alejarse mas y mas, por eso siempre he dicho que en esta vida te encuentras con personas, que te han hecho la vida mas fácil y mejor, sin apenas llevar esa sangre caliente que salta cuando algún familiar sufre o es vilipendiado, esas personas siempre están dispuestas a darte todo el cariño del mundo y son muy importantes en la vida cotidiana de todos nosotros.
Mi familia, siempre le estaré eternamente agradecido, su comportamiento conmigo fue muy especial y nunca dejaron de estar a mi lado, y eso lo llevaré hasta el final de mis días.

Hoy si quiero con todo mi cariño y respeto, dedicarle unas líneas a una mujer, una Madre, que pasó por momentos muy delicados, y que supo salir para adelante, y los hizo de la mejor forma, estar junto a su familia en todo momento, AGUEDA RUIZ MOHEDANO, madre de mi gran amigo, Antonio José, del que no hay un día que no me acuerde de él, ya hace unos años que nos dejó tristemente, pero su figura está junto a mi en todo momento, cuantas horas en su casa de la calle Tesoro, ahí estábamos muy felices, compartiendo todo lo que teníamos, sentado en ese patio y oyendo esas grandes palabras de su abuelo y abuela, cuanto lo querían, de la misma forma que a sus hermanos MANUEL Y ENCARNACIÓN, una familia que llevo en mi corazón, ya que en todo momento AGUEDA, me dio de todo lo que una persona puede recibir, cariño, amabilidad y mucho amor,esta gran mujer junto a su querido esposo, era ese matrimonio que me trataban como si fuera su hijo, y eso nunca se olvida, ni nunca lo olvidaré, han pasado ya muchos años, pero el sentimiento y el afecto sigue intacto, como en aquellos tiempos que pasábamos sentados en ese patio, degustando esos productos que Agueda nos servia con todo su cariño, Agueda, siempre atenta y siempre con una sonrisa que delataba su gran personalidad y su buena actitud hacia todo el mundo, la vida pasa y en esos años duros la vida le marcó para siempre, pero en su interior sigue muy viva la imagen de su hijo y de sus hijos, nietos y nietas, a las que adora y quiere con todo su cariño y amor de abuela.

Ya es octogenaria, pero sigue con ese talante ejemplarizador y es una belmezana que siente sus raíces y costumbres, y ese abrazo que te da al verte, le sale de lo mas profundo de su corazón y uno se siente muy feliz de recibirlo, ya termino diciéndole, que la quiero mucho y que me siento muy orgulloso de su siempre comportamiento hacia mi persona, y mi cariño, respeto y lealtad siempre lo tendrá a su lado.

Desde Madrid, un fortísimo abrazo Agueda.