10 de mayo de 2019 | Daniel Solano Sújar
Un gran profesional y un gran amigo
Dejó una gran huella en su trabajo en Belmez
La vida te da grandes oportunidades de conocer a personas maravillosas, personas que te dejan esa huella, personas que son muy respetadas en las funciones de su trabajo, y personas que se integran en los lugares por donde pasan y hacen que se las quiera definitivamente.
Hoy quiero con todo mi respeto y con todo mi cariño el poder dedicarle unas líneas llenas de afecto a lo mucho que nos regaló. este gran profesional de los cuerpos y fuerzas de la seguridad del estado en todo su tiempo que le dedicó a servir a su fundamental trabajo, dejando su profesionalidad por todo lo alto, ANTONIO MONSERRAT, estuvo unos cuantos años con nosotros, en ese departamento del cuartel de la guardia civil en Belmez-Córdoba, su calidad humana la dejó siempre patente y supo estar a la altura en todo momento en el que hubiera que intervenir, ANTONIO, es esa clase de persona que se abre a los amigos y vecinos y en todo ese tiempo ya citado, supo ganarse a los belmezanos y belmezanas que en todo momento lo necesitaron, de la misma forma que todos sus compañeros en esos años de servicio en nuestro querido pueblo.
Han pasado unos años, pero su recuerdo es enorme, como es él, Antonio mantiene a sus amigos de entonces y todos los años a acude a ese torneo de dominó que se celebra en el local del Casino de este pueblo, año tras año acude a esa llamada y desde su Córdoba natal, pasa ese día disfrutando con todos su amigos de los cuales me incluyo, y es sinónimo de un encuentro lleno de alegría y confraternidad.
Los pueblos lo hacen las personas y nuestro amigo Antonio Monserrat, desde su profesión, fue ese eslabón muy importante en las relaciones locales, y su amistad la sigue conservando como un regalo de Dios, y en el momento que puede lo manifiesta de esa forma que tanto se adentra en el corazón de las personas.
El comportamiento y la rectitud en todas sus acciones, como profesional quedó mas que demostrado en todos esos años, y en todas las conversaciones, que en momentos puntuales se suelen tener, el nombre de Antonio Monserrat queda consolidado como una buena persona y un hombre que dignifica su uniforme que tantos años lo supo mostrar.
Desde este apartado, sólo puedo decir, que ha sido un honor y una gran satisfacción, el encontrarme entre todos tus muchos amigos y te doy las gracias como belmezano por ese deber también cumplido a lo largo de los años. Un abrazo enorme amigo Antonio, un abrazo de todo corazón.