El tiempo va pasando y pasando, y en él tenemos todos un tiempo del que los recuerdos nos van haciendo a ser esa persona muy entrañable, esa persona que siempre tiene una sonrisa y un trato muy especial contigo, y que ya forma parte de tu vida, esas raíces de amistad, le viene desde muy pequeña, allá por el año 1978, en aquella mañana donde vio la luz por primera vez, muy cerquita donde estaba la ciudad deportiva del Real Madrid, en esa clínica Universitaria la Paz, en distrito madrileño de Virgen de Begoña, junto al barrio de Fuencarral, zona norte de esta ciudad, sus primero pasos los dio en la calle Baleares,en el barrio de comillas, junto al puente de los capuchinos, que feliz me sentía verla dar esos pasitos, ella corriendo de su gran amiga, a la que quiere como una hermana, su María, cada vez que paso por su guardería, esa que ella jugaba y jugaba con los niños y niñas, me acuerdo cuando su madre y padre la recogían, que tiempos, y cuanto la quiero, ya han pasado muchos años pero ese vinculo de amor hacia ella como con sus hermanas sigue muy vivo, y esa suya sonrisa nunca deja de aparecer en su rostro, gracias a Dios todos los días.

La vida te depara ciertos momentos muy tristes y anhelados, pero a ellas, nunca le falto de nada, su Madre, nunca dejó que ese vacío que había dejado la figura de un padre, les pudiera definir y con todo su esfuerzo y amor gracias a Dios, todo poco a poco se fue solucionando, ella y sus hermanas llevan a su querido Padre en el interior de su corazón, y son esas personas a las que queremos con todo nuestro cariño y amor y son parte muy importante para todos nosotros.
BELEN RODRIGUEZ SIRUELA, es ese prototipo de persona que al conocerla y tratarla, sientes en tu interior la alegría de haber conocido a una gran mujer, dicharachera, simpática, alegre, competente y muy comprometida, su amistad cuando la entrega lo hace de corazón y nunca le falla a sus amigos y familia, como decía anteriormente, han pasado ya muchos años, desde ese tiempo de convivencia en este Madrid, todo lo que significo para nosotros el haber podido disfrutar de ella, esos años, y ese arraigo nunca se perdió a pesar de ese traslado a la ciudad de Granada por motivos de trabajo de su padre, Belén es parte de nuestras vidas, lo mismo que su querida Madre y hermanas, su familia es la nuestra, su hijo e hija y ese pedazo de buena persona de marido, son todo un ejemplo de lo que significa la palabra amistad, le doy las gracias a Dios, por tener la suerte de tenerlas siempre muy cerca, pese a la distancia y se positivamente que esto también les ocurre a ellos todos, respecto a nosotros y desde ahí arriba, mi alma gemela, mi amigo del alma se sentirá muy feliz, comprobando que todo sigue igual en referente a nuestra amistad, que sigue siendo verdadera como siempre fue y que seguirá siendo así para el resto de nuestras vidas, “sabes que te echo mucho de menos Antonio José”, seguimos queriéndote de la misma forma, que el día que dejaste de estar con nosotros y así siempre será.
Belén, Elena y Raquel, os queremos y nos sentimos muy orgullosos de todas vosotras.