12 de enero de 2019 | Daniel Solano Sújar
Nunca olvido su gentilicio, Belmez ese pueblo que lleva en su corazón
Su talante y educación es su mejor bandera
Han pasado ya muchos años, desde aquél 1956, donde un grupo de personas entraron a vivir en ese huerto que tenía la S.M.M,P, para sus empleados y se convirtieron en ese grupo de viviendas llamadas nuestra señora de la Mercedes, según decía ese monolito donde hoy está ubicado la casa de los Maestros, LAS CASAS NUEVAS, treinta y dos viviendas que conectaron entre si en la formación de esas tres calles divididas, donde la armonía y la amistad fue un referente para todos los que nos encontramos viviendo ahí, vecinos inolvidables, algunos mas que familias, y la verdad esa amistad a pesar de los muchos años ya pasados, nos seguimos queriendo y mucho.
Hoy quiero hacerle un pequeño homenaje lleno de cariño y respeto a un miembro de esa gran familia, que tenía su casa en la calle del Parque número cuatro en el piso de arriba, ahí Antonino y Josefa era ese matrimonio formado por ellos y sus tres hijos, Antonino, Felipe y Joselín, todos González Colmenero por sus padres, hoy en este recuerdo, quiero agradecerle a todos ese cariño que siempre dispensaron a mis padres y hermanos y que hoy en la actualidad sigue muy vivo, hace poco tiempo, en feria de nuevo tuve la oportunidad de volver a ver a mi gran amigo FELIPE, fue una alegría inmensa, de verdad Felipe lleva ya mas de cuarenta años emigrado en esa ciudad HANAU, que la recorre el río Meno, pertenece a FRANCFORT, esa ciudad alemana, allí tiene su vida con su gran mujer Dolores Gallardo, hijos y nietos, Felipe es ese belmezano amante de su raíces y costumbres, su pueblo siempre ha sido su referente, lo lleva impregnado en su corazón y es esa clase de persona, cercana y amable, son ya muchos años de trabajo en ese país, pero su amor a su tierra, familia y amigos, es su mejor faceta, una persona entregada de una forma maravillosa hacia todo ese elenco de personas, a las que día a día recuerda con el mayor de los cariños.
Hay personas que dejan esa gran huella, cuando tienes ese comportamiento noble con todo el mundo, Felipe, perdió a su querida Madre muy joven de la misma manera que sus hermanos y la verdad Josefa Colmenero, dejó un grato recuerdo en el corazón de todos los vecinos de este grupo de viviendas de esas Casas Nuevas, historia de muchas familias que tuvimos esa gran oportunidad de convivir y conocernos todo mucho mejor.
Ya termino para decirle a mi gran amigo Felipe, que siempre es un placer el poder verte y poder saludarte, tener la oportunidad de haberos conocido a todos vosotros, ha sido siempre esa gran ilusión que desde hace ya muchos años esta completamente viva, espero y deseo que sigas junto con los tuyos de esa manera tan ejemplar y que sigas siempre dignificando ese lugar que tanto queremos, nuestro Belmez, Felipe amigo, siempre es un orgullo mantener tu amistad, un fuerte abrazo desde esta ciudad de Madrid, para ti y los tuyos.