23 de noviembre de 2018 | Daniel Solano Sújar
Esa banda, donde se dejaba esa gran calidad futbolística partido tras partido
En ese poco tiempo que tuvo vistiendo su camiseta, nos dejó lo mejor de él, su fútbol en nuestras retinas
Que grande es el fútbol, y cuanto aporta a nuestra sociedad, los que hemos tenido esa gran oportunidad de compartir vestuarios en diferentes espacios deportivos, en distintas ciudades, has recogido lo mejor de este deporte, esa sensación que se queda para siempre para con nosotros, esas amistades que nacen y que se consolidan de una forma brutal, defendiendo lo mismo, esa lucha por ese escudo, esa camiseta que nunca la quieres dejar de ponerte, esa camiseta que fue el símbolo de unión y trabajo y esa camiseta que representan a un pueblo a una afición y a muchas personas que la sienten por dentro y eso es inequívoco y por todo esto, él se dejó la vida.
Hoy y gracias como siempre al periódico digital Infoguadiato.com que nos da esa oportunidad de poder comentar, hechos de nuestra vida cotidiana, hechos de todo tipo, en este caso quiero homenajear a una persona que ya está en una edad importante, un gran padre de familia, y un deportista que nos regaló lo mejor de él en ese corto tiempo que tuvo, por culpa de una lesión ocular importante, y que le marco para siempre, ya que su ilusión en esa faceta deportiva era todo un clamor, como se iba formando como futbolista.
Fernando Quintana Hinojosa, es ese belmezano que dignifico siempre esa camiseta blanca y azul y la defendió a muerte, Fernando, era un jugador excepcional, reunía todas las secuencias de ese jugador muy importante en ese esquema de su equipo en ese momento el Recreativo Belmezano, su posición le colocaba el mister de turno en esa banda derecha, y por ahí se formaba ese gran fútbol de contraataque que le hacía ser un jugador muy peligroso, tuve la suerte de verlo en muchos momentos, y nunca dejaba de trabajar y compartir con sus compañeros, Fernando tenía y tiene aunque ya es un poco mayor, no mucho, esa carrera llevando el balón pegado a los pies, su dribling era tremendo y seco y sus centros eran muy medidos, y que suscitaban un peligro enorme en esos noventa minutos que dura los partidos.
Este escrito es sólo para recoger con todo mi respeto y mi cariño hacia ti amigo Fernando, porque se lo que tuviste que pasar, sé que el fútbol era tu ilusión y sé que amaste ese camiseta desde muy pequeño desde que tu querido padre era ese hombre especial en el vestuario de ese equipo que todos tantos queremos, es de justicia reconocer los valores de todas esas personas que en cualquier ámbito ,se entregan en cuerpo y alma en sus funciones, por eso desde estas líneas, te digo Fernando, que fue un verdadero placer compartir contigo algún partido de aquellos que jugamos juntos, y que fueron esa referencia para hoy dedicarte este escrito con todo mi cariño, sé que habéis pasado momentos muy complicados este mes pasado debido a las duras inclemencias del tiempo y os deseo que todo vuelva de nuevo su normalidad, un abrazo muy grande para Auxi esa compañera de viaje y a tus hijas e hijo.
Desde esta ciudad de Madrid, un abrazo de futbolista amigo Fernando.