Uno mira para atrás, y a la mente nos viene recuerdos y recuerdos, vivencias, alegrías y también alguna desolación, cuando ya te van faltando amigos y familia, que compartieron contigo aquellos años de niñez, tiempos que para todos fueron algo complicados, ya que ese terrible éxodo de la década de los sesenta-setenta, muchos tuvieron que coger su maleta y salir, otros tuvieron esa oportunidad de terminar su estudios y formarse para encontrar ese trabajo estable, desde esa nuestra estación de la renfe, siempre añorada e importante impulsor de trabajo en aquellos años célebres, buscaron ese lugar donde empezar esa nueva vida, y la verdad que gracias a la formación que dejó esa empresa Sociedad Minera Metalúrgica de Peñarroya, en esa escuela de oficios, muchos de los nuestros tuvieron esa gran oportunidad de colocación, BELMEZ, era un pueblo formado y eso se dejó notar cuando se acerco esa oportunidad de mostrar sus sapiencias todos esos emigrados a la hora de contratación en sus empresas.
Hoy le quiero dedicar unas palabras a dos amigos míos, a los que le tengo un gran aprecio y mucho cariño, ya que con ellos tuve la suerte de vivir momentos de niñez importantes para mi.
EULALIO ARANDA, ese amigo de niño, ese compañero de aquél grupo de amigos de los “TARSICIOS”, que tiempos con Gregorio Gómez Cámbres, seminarista por entonces, esos partidos de fútbol, y todo lo que ello conllevaba, Eulalio era es niño que tenía ese singular carisma y en las charpas, era un puntal, nacido en Cabeza del Buey, a él le gusta decirlo, pero de muy pequeño ya estaba en este nuestro pueblo que tanto queremos, una persona a la que le tengo un afecto grandísimo, un hombre muy importante para Belmez, un amigo de los de verdad, autentico y a la vez muy generoso en la expresión de esa amistad que regala a diario a todos sus amigos y familia.

AGUSTIN MIRANDA, que puedo decir de este pedazo de gran persona, también como todos, salió de nuestro pueblo, buscando esa estabilidad económica en otros lares, y la verdad que por donde pasó dejó ese bello recuerdo de un gran hombre y una persona excepcional, AGUSTIN, es uno de esos nuestros inolvidables, cuanto nos regaló a través de la música, esos acordes de esa guitarra, esa voz de acompañamiento a ese vocalista de ese inolvidable grupo Imperiales, el gusto por la música, cuantas actuaciones tuve la gran suerte de estar junto a ellos, y que exitazo por donde aparecían, la vida sigue y una vez ya retirado y con algunos problemillas de salud, ha estado ahí cuando se le ha necesitado, esas actuaciones suyas, siempre dejaron ese marco en lo mas alto de lo que significa, estar en un escenario,un pedazo de músico, una gran persona y excelente belmezano.

EULALIO Y AGUSTIN, dos cuñados, que aman a la vida, ellos, cuando pueden aparecen por nuestro pueblo, sus continuas marchas, recorriendo todos estos parajes de nuestro término, y son esa alegría compartida por muchos de sus paisanos y la verdad, que siempre que tengo la oportunidad de estar junto a ellos, en mis visitas a Belmez, es un lujo para mi, el tener esa oportunidad de compartir con ellos esta bonita amistad de tantos años.

El tiempo va pasando y pasando, nos hacemos mayores, pero en nuestro interior, está vivo ese cariño especial que sentimos todos por nuestro entorno, y esto si que a uno le hace ser feliz, el pasar un ratito de conversación junto a estos dos amigos, es sinónimo de que el ligazón de esa amistad de muchos de nosotros, a pesar de los años, no ha perdido un ápice en cuanto a la sobriedad y fortaleza de esa bonita palabra.

Ya termino, pero antes quiero decirle a estos dos buenos amigos, que siempre para mí fue un placer contar con vuestra sana amistad, amistad que me hace sentirme muy feliz y que al veros, renace aún mas cada día.

Un abrazo grandísimo pareja, seguir siempre así dignificando esa bonita palabra de belmezano.