Que felices tiempos tenemos todos los que tuvimos esa gran oportunidad de compartir momentos juntos, tiempos de niños, tiempos en ese nuestro pueblo donde la armonía y la amistad siempre era el primer examen de aprobar, ese sentimiento que nunca dejó de existir y a pesar de lo mucho que ya ha llovido, sigue muy vivo en nuestra sincera y cariñosa amistad, tiempos como decía que nunca abandonamos, tiempos de aquellos años de ese grupo de “tarsicios”, donde se fue fraguando esa bonita amistad, me siento muy orgulloso de todas aquellas actividades dirigida por ese gran personaje Gregorio Gómez, cuanto me enseño en esto del fútbol, y ese equipo que él formó y que participamos en muchas ocasiones, Gregorio en ese tiempo era todo un atleta y cómo le pegaba a la pelota, ese seminarista al que recuerdo con mucho cariño, por todo lo que se implico con este grupo de amigos, fue muy solidario y nunca dejaba a nadie de lado, un gran hombre, al que ya hace mucho tiempo que le perdí la pista, espero y deseo que esté bien junto a las personas que tiene a su lado.

Hoy en referencia a este grupo y a este equipo, quiero hacerle un pequeño reconocimiento lleno de cariño a ese portero de aquél equipo de niños, tendríamos unos doce años, FRANCISCO LUIS RODRÍGUEZ, una persona maravillosa y un belmezano que nunca perdió sus orígenes, emigrante como muchos de nosotros, esos años y en esa década de los setenta, muchísimos jóvenes, tuvieron que coger aquél tren y salir en busca de nuevos horizontes, en este caso, FRANCISCO LUIS, se instaló en esa bella ciudad de Barcelona, y bueno como todo belmezano, y amante de sus raíces y costumbres, siguió al pié de la letra todo lo que ocurría en su pueblo, este chico rockero de la “CARZA”, siempre tuvo muy vivo ese entrañable amor a su pueblo y amigos, y esto era siempre sus señas de identidad por donde pasó, a su familia e hijo les inculcó este sentimiento belmezano, y BELMEZ nunca dejo de oírse en todos su núcleos de amistades, Francisco Luis, ese esa clase de persona que siempre intenta dejar lo mejor de él para los demás, su música de la
vida la lleva intacta y es muy amigo de sus amigos, y siempre tiene esa palabra de cariño y afecto hacia sus gentes, a pesar de todo lo mucho que cuesta el vivir alejado de este entorno nuestro, desde esa ciudad sigue en contacto diario con su pueblo y gente, y acude muchísimo a BELMEZ, un hombre que lleva consigo esa faceta, de que el tiempo no pasa por él, me encanta verlo y charlar con él, vive intensamente y esa música que el refleja la lleva con toda dignidad, el rock es parte de su vida y sabe apreciar todo lo bueno que es la amistad y por eso sabe conservarla y en su pueblo Belmez, se le quiere y mucho, tanto a él como a toda su familia y familia que él formó.

Ya termino, pero antes le quiero de decir, que son muchos los años que nos conocemos, gracias a Dios, que te sigo queriendo como cuando éramos niños y que me siento muy orgulloso de conservar esa digna amistad que tanto no unió a los dos.
LARGA VIDA MAESTRO Y QUE EL ROCK SIGA SIEMPRE CONTIGO.

Desde esta ciudad de Madrid, un fortísimo abrazo gran amigo.