Han pasado muchos años, pero sigue su recuerdo intacto, por ese club han pasado muchos grandes hombres dejando ese trabajo altruista en beneficio de ese club que ellos tanto quisieron, hoy quiero recordar a través de unas líneas a un hombre que siempre tenía esa bonita palabra de ánimo y apoyo a los jugadores del C.D. POZOBLANCO, en su interior sentía de una forma brutal esas victorias cosechadas, una persona muy cuidadosa con su trabajo, ese botiquín siempre repleto de todo lo que en un momento pudiéramos necesitar, un utillero y ayudante sensacional, vivía esos momentos anterior al partido y de que forma, nada faltaba, siempre adulando a los jugadores con un cariño desorbitado y dispuesto para que nunca faltara de nada, una persona que se nos fue demasiado pronto, y que en su corazón siempre estaba latiendo por este club de fútbol que él tanto amó.

PEDRO, era ese masajista autentico, cariñoso y con esa garra que hacia que los jugadores nos llevara al cien por cien, desde el banquillo se oía esas voces trasmitiendo esa fuerza que nos enviaba, era muy importante en el esquema y organigrama de este equipo, era ese hombre necesario para todo lo que se le pedía, PEDRO, era inolvidable, su recuerdo siempre estará presente entre todos los que tuvimos la gran suerte de compartir con él, momentos futbolísticos que nunca olvidaremos, era un ejemplo de sentimiento hacia esos colores que todos tanto queremos y dejó patente ese calidad humana en el trato hacia todos nosotros.
PEDRO, siempre será recordado, pasaran muchos años, y seguirá muy vivo entre todos nosotros.

Hay personas que pasan por esta vida y dejan esa huella irrepetible y son merecedores de un reconocimiento lleno de cariño hacia su persona, a lo largo de nosotros todos, hemos tenido la oportunidad de conocer a varias personas que han estado haciendo estas dignas labores y son un ejemplo de reconocimiento, ellos se merecen estas líneas y en ella dejar escrito ese sentimiento que teníamos a esa gran labor sorda, pero muy importante en la vida de esos vestuarios, talismán de muchas victorias y de derrotas que de una forma u otra llegaron para formarnos mas y mas en este mundo deportivo.
Ya sólo me queda decir, que siempre te tendré en mi recuerdo, que esa frase desde el banquillo la tengo muy fresca en mi memoria..”VAMOS SOLANITO”,
nunca la olvidaré, gracias PEDRO, allá donde estés, te seguiré queriendo de la misma forma que cuando me sentaba junto contigo en el vestuario del Virgen de Luna, y tu me dabas esa camiseta con ese número once, con el que tanto disfruté poniéndomela domingo tras domingo, gracias PEDRO, gracias de todo corazón, D.E.P gran amigo.