10 de abril de 2018 | Daniel Solano Sújar
Ese chico de Horacio
Cuanto sentimiento ponía en la defensa de esa suya camiseta pozoalbense
Que tiempos vividos y siempre recordados, cuanto nos dio ese deporte del fútbol, particularmente me hizo ser esa persona que aprendió muchísimo de todos mis compañeros, sinceramente me entregue en cuerpo y alma desde que ese club, me dijo que quería contar conmigo, fui inmensamente muy feliz, y creo que fui uno mas de ese grupo del que todos nos sentimos muy orgullosos de haber compartido esa ilusión de jugar al bello deporte del fútbol y hacerlo con este club al que tanto añoro y recuerdo.
Como no puede ser de otra forma, y agradeciendo siempre al periódico digital Infoguadiato.com por acercarnos todas estas nobles historias deportivas de todos estos chavales que a través de fútbol, pudieron representar a su pueblo dignamente.
Hoy le quiero hacer este reconocimiento a un jugador que se transformaba al ponerse esa elástica, de ese club pozoalbense, en ese vestuario del Virgen de Luna, escuchaba las indicaciones de su mister, de PARRA y este CHICO DE HORACIO, lo llevaba a la práctica de una forma magistral, ese lugar del campo lo tenía cogido y esa banda la defendía con una clara y magistral técnica, su trabajo era enorme, era ese referente del campo, era ese JEFE, y siempre dando ánimos a todos, una entrega tremenda y un esfuerzo desmesurado, esa vieja camiseta la supo dignificar siempre que se la colocó y este hombre siempre fue ese referente, donde nos mirábamos todos y la verdad que en todo el tiempo que jugué junto con él, fui muy feliz de tenerlo a mi lado.
EL CHICO DE HORACIO, fue esa persona que siempre le voy a estar agradecido, su comportamiento conmigo desde el minuto uno que me puse esa camiseta, siempre me ayudó, sus ánimos siempre los tenía de él, y la verdad que lo recuerdo con el cariño y la amistad que se me quedó para siempre, son momentos que al recordarlos me siento muy feliz,
Su entrega y su lucha era constante, apretaba los dientes y sacaba su trabajo cada domingo de una manera muy especial, fue un honor y un placer para mi, el haber tenido esa gran oportunidad de compartir con él minutos de juego defendiendo ese escudo que lo llevo en mi corazón y que a pesar de los muchos años ya pasados, aún está intacto ese cariño y respeto por ese gran club de fútbol.
Ya termino dándole las gracias a mi amigo y compañero, este “Chico de Horacio”, por todo lo que nos dio y que fue mucho en todo ese tiempo que se vistió de futbolista, gracias amigo, gracias de todo corazón.