23 de marzo de 2018 | Daniel Solano Sújar
Su ilusión la hizo realidad
Una gran responsabilidad le hizo ser muy grande
Todos en esta vida hemos tenido algunas oportunidades, y esas ilusiones de niño, algunas se convirtieron en realidad y eso nos hizo ser muy felices, cuando desde muy pequeño esa actividad que tanto te gusta, que amas y que la llevas a la práctica, todo este compendio de cosas al final sirve para formarte como persona y en esto, casi todos los que apreciamos esa actividad, lo conseguimos, siempre he dicho y diré que el deporte del fútbol, te ayuda a conseguir esas amistades, que al final son todas muy sinceras, porque cuando trabajas junto a otras personas en la busca de esa victoria y con tu apoyo y el del resto de compañeros se lleva bien, todo eso hace que nos unamos mucho mas en el día a día, y esos valores deportivos se engrandecen y se arraigan de una forma muy especial.
Son muchos lo datos y estadísticas que esto lo confirma, y es muy bueno que eso ocurra, es muy satisfactorio que después de tantos años, esa amistad quedó para siempre en los anales de la historia de nuestras vidas.
Hoy de nuevo y siguiendo con este trabajo de hacer ese pequeño reconocimiento bajo mi punto de vista muy personal y ayudado por ese periódico digital infoguadiato.com, que nos abre su páginas para este menester, quiero comentar esa forma de trabajar para ser portero del C.D. Pozoblanco, TEO, fue un santo y seña de la defensa de ese escudo, un portero sobrio, sabiendo marcar los tiempos, muy seguro, fenomenal bajo los palos y en sus salidas tremendo por esa gran valentía, lo tuve poco tiempo, pero en ese tiempo dejó muy claro, cual era sus deberes y nos trasmitió siempre esos deseos de ganar, TEO, era ese ejemplar deportista, amable y muy cariñoso con todos sus compañeros, una persona que siempre a su alrededor era el estar todos felices y nunca dejaba de animarnos y darnos esos ánimos que a veces son muy importantes en muchos momentos de los partidos.
Hay personas que nunca bajan los brazos y en esto esta persona, siempre estaba con este nuestro grupo, haciendo equipo y haciendo vestuario, la vida pasa y el recuerdo se queda, y en todos nosotros, el nombrar a TEO, es paradigma de decir, que gran persona tuvimos la suerte de tenerlo bajo los palos en ese Virgen de Luna y cuanto nos dio y nos regaló en esas maravillosas actuaciones deportivas.
Su humildad le hizo se un grande de este club, y por eso es digno de que se le haga este pequeño reconocimiento por todo lo que siempre le dio al club de sus amores, su C.D. Pozoblanco desde ese espacio que él con todo cariño defendió, gracias TEO, por todos esos
momentos vividos y gracias por todo lo que nos diste y que fue mucho.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo con todo mi cariño.