Estamos recordando tiempos de fútbol en aquella década de los setenta, ya han pasado bastante tiempo, pero todo es tan nítido que es una gran alegría el poder hacerle un pequeño homenaje a toda la gente que en esos años estuvieron ahí, trabajando y trabajando para darle a través de su trabajo todo lo mejor de ellos por este bien común.

Me refiero a directivos, utilleros, trabajadores de campo, jugadores y sobre todo esa afición que supo siempre estar al lado de su equipo, viajando y acercándose domingo tras domingo a ese entrañable lugar, ese campo de fútbol, donde se vivieron historias irrepetibles relacionadas con el C.D. Pozoblanco, muchas vivencias a lo largo de esa vida deportiva, todo eso se quedó en las retinas de muchas personas y esto esta grabado a fuego en el sentimiento de mucha gente.


Fueron muchos los jugadores que pasaron por ahí, hoy traemos de nuevo a un referente, ya que en sus genes llevaba y lleva ese sentimiento hacia este gran club, su padre fue un gran jugador, muy compañero y a la vez con un gran juego en su haber, también fue un hombre que consiguió con su esmerado trabajo y esa gran educación, dejar lo mejor de él en este club, como jugador y como entrenador, siempre tendré palabras de agradecimiento hacia su persona.

Hoy este pequeño homenaje, se lo hacemos a su hijo PEDRO PARRA, del mismo nombre que su querido padre, Parra, era ese jugador que sabia situarse en ese medio centro, con una gran visión y hombre muy importante en esa medular, gran marcador y con una calidad tremenda, su fuerte era esa lucha y esa entrega en todos los partidos, tenia un gran recorrido y

Trabajaba como nadie en esa zona, seguía al pie de la letra todo lo que nos decía su padre, en cuanto a situación en el terreno de juego, muy brillante en el pase y como he dicho anteriormente, era parte sustancial en el esquema de juego de ese equipo en esa década ya mencionada.

Hay jugadores que siempre estarán en nuestro recuerdo, son personas carismáticas que con su trabajo hacen que todos los demás, nos sintamos tranquilos, era ese jefe que controlaba todo y era muy eficaz entrando desde atrás con la fuerza y la calidad que atesoraba.

Fue un verdadero placer el haber tenido la gran suerte de estar en ese terreno de juego en aquellas alineaciones, Pedro Parra, era un claro ejemplo de ese sentimiento hacia ese escudo y la verdad, transmitía mucha

seguridad en ese terreno de juego a todos sus compañeros.

Ya termino, primero como siempre agradecer a este medio digital Infoguadiato.com por estar junto a nosotros en estos merecidos reconocimientos, y decirte amigo PARRA, que fue un verdadero placer el poder haber compartido contigo vestuario en esos años de fútbol, y que nos sirvió para unirnos mas y mas en esta amistad nuestra, gracias por todo lo que nos diste y que fue mucho.