5 de marzo de 2018 | Daniel Solano Sújar
La humildad y calidad en su juego le hizo ser grande
Un pozoalbense que dejó grandes momentos en ese estadio de la Virgen de Luna
Cuantos grandes momentos de fútbol, se ha vivido a lo largo de los años en nuestras comarcas, dos de ellas, valle del guadiato y valle de los pedroches, a sólo setenta mas o menos kilómetros de la capital de nuestra provincia y que poderío en cuanto a la salida de grandes jugadores, la pena es que las autoridades deportivas de nuestra referencia en esa ciudad de Córdoba, pasaron olímpicamente de todos esos buenos jugadores que mas de uno hubieran llegado mucho mas alto, la sierra no fue nunca justamente recocida esa gran labor, y aquí, equipos como el Peñarroya,C.F., C.D.Pozoblanco, en aquellas etapas de esa tercera división y en otras categorías, otros equipos de por aquí, tuvieron unos jugadores que deberían haber tenido en cuenta y eso les hubiera permitido encontrar a mas de uno que sinceramente hubieran rayado a gran altura en esas competiciones de alto nivel.
Hoy quiero relatar, bajo mi punto de vista, el sentimiento a la hora de plasmar su fútbol, un compañero que siempre hacia vestuario, un hombre con una calidad enorme, un jugador que era todo un espectáculo verlo controlar el balón, bajarlo a los pies y conducirlo, que elegancia en el manejo de ambas piernas, cada vez que se ponía esa camiseta blanca del gallo encima del pozo, la defendía de una forma bestial, en el campo era un hombre instintivo, de fácil regate en el uno contra uno, con unos pases al espacio libre y unos desplazamientos que te dejaba marcado en balón al recibirlo, en una posición maravillosa, su elegancia la trasmitía a la grada y sinceramente para mi, fue un placer el jugar unos años junto a él, nunca vi a un número diez, con tanta clase junta y con tanta humildad en el desarrollo de su imponente juego.
FELIX DUEÑAS, ese es su nombre, nacido en ese bonito pueblo cordobés, tarugo hasta la médula, y con un arraigo a su gente y amigos sensacional, FELIX, nos dejo unos grandes y muy bonitos recuerdos de su fútbol, y cuando nos juntamos y
hablamos de esos años, su nombre sale a relucir de una forma generosa ya que él nos dio mucho a lo largo de esos años de práctica de este bello deporte del fútbol de
nuestras comarcas y de ese suyo Valle de los Pedroches.
Una vez acabada la vida deportiva, uno encauza su vida laboral, Félix vive en la ciudad de Córdoba, en esa bonita ciudad de los sentidos, muy feliz, pero siempre con su corazón puesto en ese suyo pueblo de Pozoblanco y con el recuerdo de sus amigos, la vida va pasando y pasando, nos vamos haciendo mayores, pero esa amistad que nos unió en aquellos años setenta y muchos, nunca lo hemos olvidado, fuimos conscientes de que se estaba formando algo entre todos nosotros, esa amistad deportiva que se fraguo después de defender ese escudo de ese club que tanto queremos, eso se nota, cuando a primero de Mayo o a último del Mes de Abril, año tras año, nos juntamos en esa comida de hermandad, ahí se denota ese cariño que todos nos tenemos, y esto es el mejor título que podemos ganar.
El fútbol ,es la mejor vía de comunicación, y gracias a Dios, en esa década y en esos años que nos juntamos en ese vestuario y saltábamos al terreno de juego, lo hacían unos amigos, unos amigos que se querían y se protegían ante las adversidades deportivas, y todos fuimos uno en esas victorias y en esas derrotas, por eso nunca olvidaré mi etapa de esos años junto a Juande, Redondo, Ferrer, Mestre, Foncho, Chico Horacio, Daniel, Guijo, Pepe, Antonio, Benigno, Parra, Castillo, Palacios, Sevi, Evelio, Cobos, Félix Dueñas, Abril Cascorro, Andrés Marusa, Teo, Pedro Luque y otros más, todos esos formaron esa piña de amistad de la que me siento muy orgulloso de pertenecer, sin olvidarme de D. RAFAEL GARCIA, q.e.p.d nuestro Presidente, el inolvidable MANUEL GARCÍA CANO, Pedro ese utillero q.e.p.d. y esos directivos todos, en especial SANTI, por todo el cariño que siempre nos dio.
Gracias a todos por ser como sois y a ti Felix, un abrazo grandísimo, te quiero y os quiero amigos.