12 de febrero de 2018 | Daniel Solano Sújar
Ese chaval de las casas nuevas
Lealtad a la amistad
Uno mira para atrás y parece que el tiempo sigue parado, los recuerdos de esos años están presentes, y la verdad con muy poquito que felices éramos, tiempos de nuestra niñez, donde los vínculos del sentimiento de la amistad se quedó para todos nosotros, y eso se nota en el momento que de nuevo tenemos esa gran oportunidad de vernos de nuevo, esa vecindad era un firme propósito de todos los que fuimos a vivir a ser grupo de viviendas, ese recinto donde anterior estaba unos huertos de las personas que vivían en la casa grande de la Sociedad Minera Metalúrgica de Peñarroya España S.A., ahí en ese lugar se construyeron esas treinta y dos viviendas, construida por la obra sindical, cuántas familias llegaron a vivir y cuantas personas se trataron y llegaron a mantener esa gran amistad, muchos de ellos ya nos dejaron, pero los herederos siguen contando con esa dulce y bonita amistad.
El tiempo no deja de pasar y los años van sumando, pero ese firme recuerdo nunca dejará de estar junto a nosotros, esas casas se inauguraron en el año 1956, donde hoy se encuentra la casa de los maestros, había una monolito donde decía el nombre del grupo de viviendas, llamado nuestra señora de la merced, y era un lugar donde los chavales jugábamos y también ese sitio donde esa gran mujer, con ese dulce carácter abría su paragua y sus utensilios, y ya tenías esas porras riquísimas, te las envolvía en aquel pedazo de papel de traza, o con el junco adecuado y ya te llevabas ese maravilloso manjar ,LUISA, cómo hacia su trabajo, inolvidable para todos aquellos, que también a las espaldas de ese monolito mencionado y en medio de las calle del medio, estaba ese pilón de agua para los animales y esa larga cola para mucha gente que acudía a llevarse el agua, mediante esos cantaros, nuestras mujeres belmezanas los transportaban en la cabeza y el cuadril, tiempos de un trabajo inigualable e impagable.
Son momentos de arraigo haca nuestro entorno al recordar todas esas fases, hoy le quiero dedicar a un chaval de las casas nuevas, de la calle el parque, número seis, hijo de Marcelino Díaz y Montes Jurado, vecinos míos de la toda la vida, esos vecinos que siempre fueron parte de mi vida y a los que siempre les tuve ese cariño, su hijo DOMINGO DIAZ JURADO, es esa clase de belmezano entregado por sus raíces y costumbres, luchador infatigable desde su posición política, un hombre con una gran lealtad a esa palabra tan maravillosa como es la amistad, han pasado muchos años y ese lazo sigue vivo e intacto, con él y con su hermano y hermanas, esa unión tan fuerte se llego a soldar de una forma brutal, y para mí y mis hermanos DOMINGO DIAZ, es un hermano más para los hijos de la MARCELINA Y MANUEL, vecinos y amigos de toda la vida.
Son muchos recuerdos vividos, nunca se me olvido, cuando apareció en aquella moto, con otro paisano y amigo belmezano Juan Antonio Lechado, venían de Palma de Mallorca, de trabajar en la temporada de verano, llegaron a Fuencarral distrito de Madrid ,a ver a mi familia, ese día se quedó para siempre con nosotros, mas tarde DOMINGO ingresa en la Empresa minera de Encasur, hasta su prejubilación, en el pueblo nunca dejó de estar integrado en asociaciones, colaborando y participando, en la calle la mina, trabajo muchísimo y la verdad siempre encuentra ese momento para la ayuda hacia los demás, tiene un complemento muy importante en su vida, su mujer Angela Ríos, una belmezana autentica y como no podía ser de otra forma ,sus hijas son todo un ejemplo de comportamiento y de entrega por y para su pueblo.
Ya termino, agradeciéndole siempre ese trato hacia nosotros, ese cariño que nunca dejó de tenernos pese a la distancia y ese firme apoyo en todo hacia nosotros siempre. Gracias DOMINGUIN, que era como te llamábamos de pequeño cuando te hacíamos rabiar en aquellos juegos de niño, un abrazo grandísimo y gracia amigo, por seguir siendo siempre ese amigo al que nunca dejarás de adorarlo.
Un fortísimo abrazo desde esta ciudad de Madrid amigo Domingo, haciéndolo extensivo a todos esos vecinos de ese gran grupo de viviendas, las casas nuevas del parque.