En estos difíciles momentos de la vida, en estos graves deterioros de la sociedad, esa sociedad que llega corromperse por tanta avaricia y esa desligación para con los demás, es muy duro que el ser humano potencie otras formas de llegar a conectar, que prive el interés y que esos lazos de amistad se vean muy deprimidos, ya que sólo importa el tener y tener, y la verdad esos valores que tanto nos enseñaron a todos en nuestras casas, se vean cada día menos, es muy triste pero es la pura realidad, los que vivimos en grandes urbes, el contacto es mínimo y eso te condiciona mucho, el no importarte la vida del otro, el ver que el que está a tu lado sentado en esos medios de comunicación no le interesa lo tuyo, todo esto nos hace ser mas fríos y hay situaciones muy delicadas en las que todo debería ser distinto, la ayuda debía ser esa asignatura que todos la deberíamos de aprobar, el abrir las manos, el dar de ti lo mejor para el otro, si lo hiciéramos así ,este mundo sería mejor, los que mas tienen para los que menos tienen,y a todos nos iría mejor, pero el ser humano es muy complicado y la verdad que también hay que decir, que aún y gracias a Dios, hay personas que se quitan de su boca esos alimentos necesarios para vivir, para repartirlos con los demás, esto no es una utopía es la pura realidad, y esto hace mucho mas grande a la persona que lo hace.

Hoy quiero dedicarle unas líneas llenas de cariño ,a una persona, que hace unos años, pocos pasó por nuestro pueblo BELMEZ, para hacer su apostolado, llegó muy joven, con muchas ganas de trabajar por su iglesia ,esa iglesia a la que le dedicó todo su amor y cariño, el párroco JÉSÚS E. ARANDA CANO, venia de ese bonito pueblo de la comarca de los Pedroches, Hinojosa del Duque, su sonrisa enseguida contagio a todos esos creyentes belmezanos, su labor digna de alabar, su cariño en sus exposiciones en esas comentadas homilías, eran dignas de escucharlas, cuanto amor y fe trasladaba, el PADRE JESÚS, era y es esa persona comunicativa, dialogante, comprensivo y a la vez con esa virtud especial que siempre debe de tener esa persona, ese párroco hacia todos sus vecinos, esa forma de acercarse y sentirlo cercano y en eso este hombre de DIOS, se ganó a pulso el cariño de todo un pueblo.

Hay personas de la Iglesia ,que son parte muy importante en la vida cotidiana de nuestros pueblo, persona que a través de su práctica del evangelio ,hacen enormes obras de caridad muy importantes para todas esas personas necesitadas, D. JESÚS, dejó ese bello recuerdo de ese hombre entregado en cuerpo y alma, y le dio a BELMEZ, esa nota de lo que debe de hacer un representante de la iglesia pastoral, ya termino para agradecerte de corazón todo ese tiempo que le dedicaste a mi pueblo, con ese talante, esa entrega, ese cariño, esa preciosa devoción hacia lo tuyo y que lo dejabas plasmado desde el altar de esa Iglesia que llevo en mi corazón y que nunca dejará de estar conmigo ese bonito rincón de mi vida en ese pueblo que tanto amo.

GRACIAS PADRE JESÚS por todo lo que nos diste y que fue mucho, sin dejar de recordar ese maravilloso trato diaro con todos nuestros mayores en esa nuestra Residencia de Ancianos
Desde Madrid un fortísimo abrazo de todo corazón.