5 de enero de 2018 | Daniel Solano Sújar
El Capi, ese jugador que tanto nos dejó en esa década de los cincuenta
La educación fue siempre esa necesaria asignatura en su enseñanza futbolística
Al empezar a escribir este reconocimiento, a una de esas mucha personas que tanto hicieron por ese club que tanto amamos, esas persona que con ellos empezó a desarrollarse ese sentimiento hacia nuestros colores, esos que nos hicieron sentirnos muy felices, cuando tuvimos esa gran oportunidad de vestirlos y digo oportunidad porque eso es lo que uno siente cuando la coge de ese baúl añejo, o ya de la percha que sostiene ese número, eso se queda para todos aquellos, que como he dicho, pudimos convertir ese sueño de niño, jugar en el equipo que representa a nuestro pueblo.
Antes de adentrarme en esa otra muy bonita historia del fútbol local, quiero agradecer a este periódico digital, infoguadiato.com, así como al periódico impreso que mensualmente acude a estar junto a nosotros, comentando todo lo relacionado entorno, y con nuestros pueblos que forman esta bonita comarca del guadiato, y que nos sirve de plataforma para comentar muchas historias deportivas, culturales, religiosas, políticas y sociales, por todo ellos, muchas gracias de todo corazón.
Hoy quiero dedicarle unas palabras a una persona muy entregada a su pueblo, CECILIO GARCIA CASCO, su familia regento ese comercio de toda la vida en Belmez, el deporte era muy fundamental en la vida de este personaje, EL CAPI, como se le conocía entre sus compañeros de aquellos años, de la década de los cincuenta-sesenta, donde el fútbol marco esa época, CECILIN, era ese jugador con una calidad muy contrastada y a la vez muy elegante, un jugador que hacia vestuario y con una educación muy exquisita en todos los ordenes de la vida, y en este deporte competitivo, dejó muchas muestras de su elegancia, muy bien valorado siempre por los árbitros, y muy querido en esa liga competitiva, entre los jugadores de los equipos contrarios.
Cecilio, era una parte muy importante en el conjunto del equipo, ya que era ese compañero que siempre tenía esa palabra y ese comentario positivo hacia sus compañeros de equipo,CECILIO, nuestro Capi, también ejerció esa etapa de entrenador, y la verdad que consiguió unir en una familia a todos los jugadores que el disponía, sus enseñanzas sobre ese fútbol era todo de una relevancia muy importante, sus conocimientos sobres estrategias a desarrollar en el terreno de juego, era imprevisibles y era ese entrenador cercano y admirado.
Como muchos otros en esos años de emigración, tuvo que buscar ese sólido empleo y como era una persona muy bien formada, consiguió ese empleo deseado en esa ciudad barcelonesa de CORNELLA, ahí estuvo pasando su vida, hasta que hace unos días nos dejó. Cecilio era un enamorado de su pueblo y comarca, todos los años escribía con esa gran pluma que tenía, esos recuerdos maravillosos de este su pueblo blanco en nuestro libro de feria donde el fue inmensamente muy feliz, la verdad entre todos ya esos nonagenarios que aún gracias a Dios, todavía los tenemos junto a nosotros, Cecilín, era todo una persona muy querida y siempre había un comentario entrañable y cariñoso hacia el.
El tiempo va pasando y va pasando y bueno, con este escrito lo que siempre se pretende es hacerle justicia con estas líneas llenas de cariño, por todo lo que nos dio y les dío a su pueblo a través de esa convivencia, y la verdad ya se nos fueron muchos, pero todos ellos están en el corazón de todos aquellos que tuvimos esa oportunidad de verlos vestidos de blanco y azul, esos colores identificativos de ese gran equipo que BELMEZ, tanto quiere, su Recreativo Belmezano, ya de estas líneas mi mas sentido pésame a toda su familia,CECILIO, nuestro Capi, siempre estará junto a nosotros,
D.E.P.