3 de noviembre de 2017 | Daniel Solano Sújar
Un goleador nato
Cuanto le dio a su C.F. Peñarroya
Los que ya tenemos unos años y disfrutamos siempre con ese fútbol de calidad, ese fútbol de arraigo a unos colores, ese fútbol comprometido y que uno lo vivía de cerca, deseando ver las evoluciones de esos figuras, que sabían que defender esa camiseta roja, era tocar el cielo con las manos, esos futbolistas que en esos años de esplendor y gran fútbol ofrecido por toda la geografía andaluza, ese futbolista que una noche vivió de cerca lo que significaba jugar en ese esplendoroso estadio, ese estadio que se alzaron esas copas de Europa ganadas por el mejor club del mundo en esos momentos, ese estadio del Santiago Bernabéu, pues ahí un grupo de chavales trabajadores en aquella tarde del día 29 de Junio del 1960, se iban a medir a ese Real Madrid de aficionados, en esa final del campeonato de España de esa categoría, esto señores aficionados a este club rojillo, nunca olvidarlo, ya que ese día este equipo de ese gran pueblo, estuvo a la altura de los grandes y como no podía ser de otra forma paso a la historia deportiva que consta en el libro de la federación española de fútbol, eso es muy importante, y de verdad todos siempre nos sentiremos orgullosos de esta noble gesta deportiva.
Hoy le quiero hacer un reconocimiento a un jugador que marcó una época y que aquella tarde marco en ese estadio comentado, lo mismo que lo hacia de forma habitual cada domingo donde su C.F. Peñarroya le tocaba jugar, un delantero nato, un goleador completo, listo, con una calidad sobrada, esa área era suya, como controlaba la pelota en espacios cortos, que regate al milímetro y jugando de espalda era difícil de parar, en esos años los marcajes eran implacables y la verdad que PARRILLA, era todo un superdotado en ese aspecto deportivo,un jugador que está y estará en los anales de la historia del fútbol de nuestra comarca y por esos pueblos y ciudades de aquellos años por donde pasó.
Fue todo un libro abierto, en cuanto a plasmar en el terreno de juego ese gran fútbol que llevaba desde su nacimiento, todo esto lo intento trasladar y me consta que lo consiguió cuando una vez retirado se dedico a las labores de entrenador y lo hizo con matrícula de honor, confeccionó un equipo de unos chavales todos de ese núcleo urbano, y supo dirigirlos con un estilo propio del fútbol que él ya nos deleitó, en ese grupo había un jugador que emulaba sus años y al que le dio todos los consejos del mundo, ya que bajo su dirección fue ese delantero centro peligroso, ese delantero que con ambas piernas remataba y sus goles eran de una calidad importante, su nombre futbolístico CHENCHO, y Parrilla le dotó de toda su sapiencia para que ese espacio fuera ese hombre importante en la parte de arriba de este esplendoroso club de fútbol.
PARRILLA, hizo un gran trabajo mientras ocupó ese banquillo, aquellos chavales de apenas unos quince y dieciséis años se fueron formando bajo su tutela, y me consta que dejaron esa calidad contrastada por todo esos sitios que jugaron.
Antes de terminar, quiero decirle a su familia y amigos, que este hombre, dejó esa secuela de cómo había que dirigir a un equipo, un hombre que su fútbol siempre será recordado por esa calidad y compromiso con esos colores rojos y azul y nunca dejará de estar en nuestras retinas y en nuestra memoria deportiva.
Gracias PARRILLA, allí donde estés, lo amantes a este deporte rey siempre te recordaremos como ese futbolista que marcó un dorada época deportiva en estas comarca del guadiato, gracias de todo corazón por todo lo que aportaste a éste fútbol nuestro y que fue mucho.