2 de octubre de 2017 | Daniel Solano
La simpatía, su presentación
Nadie a su lado estará triste

Hay momentos en la vida que uno se siente muy feliz, eso me ha pasado a mi y a mi mujer en estos días de viaje por esas dos ciudades asturianas donde hemos podido observar, el trato que tienen sus habitantes con su ciudad, todos muy comprometidos con esa limpieza, dar gusto pasear por ella, acomodada y de cara al visitante y a ese gran grupo de personas ya de cierta edad, todo lo agradable para ellas, bancos en todas partes, direcciones para que ellos se encuentren cómodos, sinceramente eso es mirar por ese importante núcleo de persona, el civismo lo llevan arraigado y lo exponen de cara a todo ese visitante que pase por ahí, dos ciudades muy bellas, distintas entre si, pero las dos forman parte de ese bello paraje asturiano, Oviedo y Gijón.
Como decía ha sido un viaje lleno de alegría, el poder estar con una gran persona muy querida y recordada en este valle del guadiato en esta cuenca minera, él siempre en todos esos años que estuvo trabajando, su participación en el deporte de ese núcleo siempre estuvo ahí, en tenis, el fútbol y el fútbol sala, fueron componentes muy importantes para él, ahí se fraguaron grandes amistades, que hoy a pesar ya de los muchos años que ya falta de esa zona, se le echa mucho de menos, este asturiano caló muy adentro de muchas personas y siempre estuvo ahí en ese lugar, haciendo su labor y dejando un gran vacío en ese recuerdo, que muchas veces y en muchos sitios es recordado con el cariño que él se merece.
Bueno, en este viaje, he decidido escribirle unas líneas llenas de cariño, a una de sus hijas, BEATRIZ OSORIO NAVES,aparte de Macru y de Paloma son las tres hijas de este matrimonio formado por Longinos Osorio y Cruz Naves, Beatriz es un encanto de niña, atenta con todo el mundo, simpática, agradable, y una buena cicerona, ella nos ha llevado a esos sitios de degustación y la verdad que ha sido unos ratos sencillamente muy agradables, esa sidra y esos condimentos eran parte de todos esos llamados ratos, con personas que merecen la pena estar.
Beatriz, desde muy pequeñita, ya tenia algunos problemillas de salud, hubo que intervenirla, pero ella puede con todo, no hay un rato en todo ese tiempo que no haya estado intentando que nos los pasáramos bien, es un clclón y es de una generosidad desbordante, de verdad ya hacía un tiempo que no la veía y ha sido un verdadero placer el poder haber estado junto a esta maravillosa familia en el lugar donde viven en la actualidad.
Todos ellos llevan en sus adentros ese rincón, ese pueblo las niñas se criaron, su Peñarroya Pueblonuevo,su casa Marcelo, al que recuerda constantemente, Beatriz, es una persona que te hace ser feliz estando a su lado, y es un ángel como persona.
La vida pasa y pasa y las etapas van cambiando, pero los recuerdos quedan y quedan, y cuando te reúnes con personas con los que has vivido momentos importantes, fluye y fluyen, cuantos recuerdos de fútbol, me comentaba Loginos, ese Peñarroya, ese equipo de la Era, esos partidos en Belmezy en esos contornos cercanos, cuanta entrega y cuanto compromiso, Longinos, era un rival a tener en cuenta se dejaba el alma en sus participaciones deportivas y era una ganador nato, una persona muy comprometida con todo lo que hacía y la verdad su recuerdo siempre es perenne en muchos de los que tuvimos esa gran oportunidad de jugar con él en aquellos partidos que él con tanto cariño recuerda.
Ya termino, para decir que ha sido una gran alegría el haber compartido esos momentos con él, con su mujer Cruz y su hija Bea, y que la verdad de nuevo esa amistad que ya data desde el año 1976, sigue viva e intacta.
Un abrazo grandísimo para vosotros desde esta ya ciudad de Madrid.