9 de agosto de 2017 | Daniel Solano
Doctor Honoris causa en Hostelería
Esta distinción siempre las da la Universidad y va en consonancia, por todas aquellas eminentes personas que a lo largo de sus vidas y a través de su profesiones se han hecho merecedores de tal distinción, no tiene el porqué tener estudios universitarios, ni diplomados en distintas carreras, sólo con haber dejado esa gran labor en beneficio de la sociedad, es suficiente.
He conocido a muchas de estas personas entregadas en su trabajo y dejando un rastro muy importante de compromiso con lo suyo, y la verdad que ante ellos, sólo puedo decir “Chapeau”.
Hoy le quiero hacer este pequeño reconocimiento, con todo mi cariño hacia él, lo conozco desde hace ya muchos años, cuando él era un chavalín ,trabajo en todos sitios en esta suya profesión y siempre deja esa impronta de una persona muy educada, alegre y que te hace que ese tiempo en el que él te atiende, sea un tiempo muy feliz.
Estoy escribiendo como no podía ser de otra forma de un belmezano, que en su profesión, trata a las personas con un saber estar y alto grado de nivel de afecto, como he dicho antes, lleva mucho tiempo en este oficio en esta delicada y complicada hostelería, ANTONIO MOLINA INFANTE, es esa clase de persona cariñosa y atenta a todos sus clientes y lo hace de una formas desenfadada y muy atenta, esto hace que se le quiera mucho, ANTONIO, lleva ya un tiempo en nuestra POLITÈCNICA, orgullo de todos los belmezanos, su trato con los profesores y alumnos es muy cordial y a veces se deja querer tanto, que los alumnos y alumnas lo aprecian de un forma inigualable, ese desayuno, esa comida, esa copita o esa cerveza, en esos momentos de ocio, son meros portadores de una arraigamiento hacia su persona, siempre está pendiente de todo el mundo, el alumnado lo aprecia muchísimo y Antonio se los devuelve con creces con ese genial comportamiento hacia todos.
Antonio, hace una labor didáctica impresionante, aquellos alumnos que están preocupados por sus asignaturas en esa cercanía de exámenes, ANTONIO, los motiva en ese día a día, la verdad que en esa Escuela Politécnica se le quiere mucho, ya que su dedicación y entrega es completa y es un fuerte pilar en la vida de todos estos chavales.
Como iba diciendo, hay personas que hacen grande cada día a los pueblos, empresas, e instituciones, y en este caso que nos ocupa, se da esa circunstancia,Antonio es muy querido por todos los distintos departamentos de esa Politècnica, alumnos, alumnas, personal administrativo y Profesores que junto a Director de la Escuela, saben de potenciar que tiene esta persona en toda su jornada laboral.
Antonio Molina Infante, es esa clase persona que se queda su amistad para siempre con nosotros, Antonio es muy querido en este sector de hostelería y como dice el enunciado de este escrito, es Honoris causa en su profesión.
Gracias ANTONIO, por todo lo que siempre nos diste en esas jornadas de trabajo por esos bares de nuestro pueblo y ahora, de cómo hay que saber trabajar desde esa escuela que tanto queremos en BELMEZ.