23 de mayo de 2017 | Daniel Solano
Siempre con ese gran talante hacia sus clientes
Cuando de pequeño te inculcan en tu casa, la importancia que tiene en la vida, el saber comportarse en esas situaciones laborales, si sigues ese consejo ,siempre llegarás muy lejos, desde muy pequeño, ya estaba en ese bar, referente de un pueblo, blanco como el nuestro, ahí de la mano de un gran maestro en estas labores, y que dejó ese pabellón en lo mas alto, ese personaje nunca olvidado, una persona con una capacidad importantísima en su forma de trabajar, con una memoria de caballo y un punto de conexión muy importante para con el cliente, eran tiempos donde nuestro pueblo, tenía muchas actividades y eventos que hacían que la labor de la hostelería, fuera un gran punto de trabajo, en ella personas como Antonio Castillejo, Herrerilla, Campos, y otros mas jóvenes, Antoñin el Brujas, Pepe, Antonio Partido en su bar, bueno y este personaje antes nombrado, nuestro Paciano Vargas, cuantos recuerdos tenemos todo los belmezanos de él, y sobre todo una persona que lo aprendió de la mano de él, de sus consejos, ahí detrás de la barra, ese joven chaval, rubillo, muy simpático en su funciones, fue perfeccionando ese trabajo de profesional, y vaya que lo consiguió, cuanto se dejó en ese Gran Bar, su propietario del alquiler de ese local, el recordado Francisco Cerrato Rubio,tenía mucha experiencia en estos menesteres y un gran ojo, para saber, si la persona contratada era una persona, muy importante en las labores de ese local mencionado, y la verdad que acertó de pleno.
LAZARO ALAMILLO ROMERO, en su tiempo largo que estuvo en ese local ,dejó esa impronta de una persona muy educada y siempre muy dispuesta para con su trabajo, de verdad, esos años que estuvo ahí, como he dicho, fueron muy importantes para todos los vecinos de ese nuestro gran pueblo.
Una vez acabado su periplo de trabajo en este local, Lázaro, debido a un problema de salud, ingresa a trabajar en la ONCE, y ahí de nuevo, vuelve a las calles belmezanas a ganarse la vida, dentro de esa actividad, esa venta de ese cupón diario, trabajo que lo hace de la misma forma y el mismo cariño que siempre tuvo en esas actuaciones laborales, LÁZARO, es algo ya muy nuestro y de verdad este pequeño reconocimiento es porque él siempre tuvo una sonrisa para todos sus clientes y la sigue teniendo, en ese trabajo diario.
Lázaro forma una bonita y entrañable familia, a la que sinceramente los aprecio, su punto de apoyo, su mujer e hijos, los tres son parte fundamental en su vida y la verdad, que son unas personas a las que admiro, por todo lo que hacen en referente al sentimiento de cariño y respeto que sienten hacia su familia y amigos, ya termino, pero antes quiero decirle a esta gran persona, gracias Làzaro, por todo ese cariño y respeto que tuviste hacia todos tus paisanos en esa tarea de trabajo en ese local que tu tanto le diste, de la misma forma que ahora en este nuevo trabajo, que en el día a día, dejas esa impronta inolvidable.
Desde Madrid, un fortísimo abrazo, para ti y para toda tu maravillosa familia.