Siempre he dicho en voz alta, y en muchas ocasiones, al preguntarme, en esta ciudad donde vivo, ¿de donde eres?, bueno, pues la contestación era simple, de un pueblo blanco de la provincia de Córdoba, llamado Belmez,un lugar ideal para nacer, eso es lo que siempre pienso, sinceramente todos los nacidos en este lugar, estamos muy orgullosos de nuestras raíces, de nuestras vidas, esas vidas a veces muy golpeadas por ese éxodo debido a las emigraciones, derivadas de ese cerco industrial, que en los años cincuenta-sesenta era un hervidero de trabajo, ahora al mirar hacia atrás, no entiendes todo lo que nos ha pasado a nuestra comarca, abandonada por las jerarquías políticas, desde la dictadura, hasta la actualidad, como puede ser que en esta comarca, en esos años fuera productiva al cien por cien, y de todo aquello, con el paso de los años todo se ha ido perdiendo y perdiendo, me consta que todas las corporaciones municipales, han estado intentando y siguen, buscando esa solución para paliar ese paro que poco a poco nos está matando, los organismos oficiales de nuestra Junta de Andalucía, sinceramente debería apoyar mas y mas a esta zona nuestra, ya que debido a tantos cierres, necesita un impulso y una inversión fuerte, buscando otras tecnologías para ir sacando a esta comarca de la lacra de ese horrendo paro.

En nuestra comarca, muchos de nuestros familiares se dejaron la vida en su trabajos ,en esa diversidad de pozos mineros, cuantos de ellos, sufrieron y fallecieron en esos accidentes y cada día, ese trabajo le hacían de una forma tremenda, buscando siempre el esplendor de esa empresa, para que así de esta forma, los mas jóvenes, tuvieran de nuevo ese puesto de trabajo, si uno mira, y recuerda cuanta industria había, de verdad es de locos pensar, que todo se fue al garete, esas medidas gubernamentales nunca la podré entender, si en esta zona, se hacían los vagones de la renfe, esos talleres generales que abarcaba esa gran escuela de oficios, esas líneas de ferrocarriles, ancha y estrecha feve,ese nudo de comunicaciones para Córdoba, y para Badajoz y Madrid, con transbordo en Almorchón, y por la feve, desde la provincia de Ciudad Real, Puertollano, hasta fuente del Arco, en la provincia de Badajoz, con estaciones en Peñarroya y Belmez-Ermita, ese transporte de mineral, con nuestras maquinillas desde Cabeza de Vaca hasta la Parrilla, el Porvenir, con vagones para personal, donde se subían y se bajaban en esos apeaderos en los pueblos citados, esa Central Eléctrica, esos hornos de coque, esos productos químicos, esa nave de la Yogurtera, esa fábrica de Tejidos,esa Papelera, esa Fundición, esos talleres pequeños derivados de la cantidad de trabajo que había en esta zona nuestra, esos pozos de minas a pleno rendimiento, que abarcaban a miles de personas ocupadas en esos años.

Los que somos mas mayores, vivimos en directo las últimas coletadas de este inmenso cerco industrial, ese pueblo de Peñarroya Pueblonuevo y Belmez a tope, la cantidad de vecinos y el censo municipal en pleno auge, sinceramente, un tiempo nunca olvidado, y en especial, ese minero nuestro, dejando lo mejor de él en ese interior de la mina, para que a sus familiares nunca le faltara de nada, por eso siempre estaré al lado de ellos, ya que ellos, se dejaron su vida en las entrañas de la tierra, para mejorar la vida de los suyos, y esto, lo llevamos muy adentro, todos lo que significa esa palabra de “Minero”, conocí a muchos de ellos, todos llevaban en sus caras ese ejemplo de trabajo y de dignidad, fueron tiempos muy duros, diría yo, durísimos, pero ahí estuvieron, trabajando y trabajando para darle a su pueblo ese nivel de vida que ellos se merecían.

Desde estas líneas ,quiero agradecerle esa entrega en la lucha diaria, por conseguir que su pueblo y zona, tuviera ese trabajo para todos los demás paisanos, y que nunca tuvieran que coger esa maleta y salir en busca de nuevos horizontes, ellos si lo hicieron siempre, los que nunca estuvieron a la altura necesaria, fueron los gobiernos de turno que nos asfixiaron y nos siguen asfixiando, esto es muy duro decirlo pero es la triste realidad, nuestra zona fue un ejemplo de trabajo en los años cincuenta y sesenta, después nos taparon la boca con la llegada del INI, en el año 1961, pero ya nunca esta cuenca tuvo ese esplendor de trabajo que tuvo en aquellos años dorados.

De esto podemos debatir muchísimo, han pasado muchos años, pero aún en nuestra comarca hay todavía modelos de trabajo que se podía de nuevo poner en marcha, sólo falta que las autoridades administrativas se pongan a la labor y esos organismos oficiales ,de nuevo potencien esta zona nuestra que ya sinceramente le toca.

Nuestros mineros y nuestra gente se merecen esas inversiones necesarias, para el relanzamiento de esta bella zona, esta comarca del alto valle del guadiato, se merece mas respeto, por su memoria y por todo lo que le dio a su país en aquellos años de esplendor, y ya es hora de que esto cambie.

Mi cariño y mi respeto por todas las profesiones laborales de mi zona y en especial la del minero, por todo lo que nos dio.