De verdad, han pasado ya muchos años desde aquellas emigraciones, cuantos nos subimos en esa entrañable estación con lágrimas en los ojos por tener que salir de nuestro entorno, aquellos cierres de los trabajos en nuestra zona, hicieron un daño terrible a la cuenca minera, fueron años de mucha sensaciones extrañas, menos mal que muchas de las personas que salieron, estaban muy bien formadas ya que la S.M.M.P. de Peñarroya, crearon esas grandes escuela de oficios, donde muchos de los emigrados al llegar a ese nuevo destino, buscando ese sustento familiar, llegaron a ocupar grandes puestos de trabajo en grandes empresas españolas.
Hoy quiero con todo mi cariño, y como siempre agradeciendo al periódico digital de ese gran pueblo, Infoguadiato.com, el poder comentar las pequeñas historias de personas de nuestra zona, que ya llevan mucho tiempo en esa gran salida de la década de los sesenta, pero que nunca perdieron su acento y llevan su compromiso con su pueblo de por vida, personas que cuando vuelven por aquí, son recibidas como se merecen, ya que desde esa emigración, nunca dejaron de sentirse belmezanas, y en ese lugar donde viven,potencia a diario este bello lugar donde nacieron, y esa es siempre su tarjeta de visita en cualquier lugar de esa Cataluña donde se encuentran.
Como he dicho, este escrito es un referente de apoyo y de cariño hacia ellas por todo lo que nos dan y todo lo que dignifican ese gentilicio suyo de belmezanas.
CAMELIA FERNÁNDEZ Y LOURDES FERNÁNDEZ, son de esas belmezanas que nunca faltan a su pueblo en esa visita a lo largo del año, ellas dos son hijas de aquél ilustre portero de la década de los cincuenta, Santiago Corrales, un hombre que dejo esa gran huella en el mundo deportivo de Belmez.
Estas mujeres ,son muy queridas en BELMEZ, su familia y ese apellido de prieto, son unas raíces muy importantes de arraigo y sentimiento hacia nuestro pueblo blanco, ellas a pesar de su emigración participan en centros culturales andaluces y llevan en sus adentros esos ADN belmezanos, que siempre los sacan a relucir donde estén.
Siempre he admirado a todas esas personas que nunca pierden sus raíces y costumbres, que a pesar de la distancia, están cada día mas cerca de nuestro pueblo a pesar de la dura distancia, son personas que tienen ese gran sentimiento de todo lo que su pueblo expresa, y la verdad que en sus familias el aire belmezano siempre está presente.
Es muy importante, el poder tener esa fijeza en esos recuerdos que todos tenemos de nuestro pueblo, sinceramente vinimos de un gran pueblo y eso se quedo para siempre en nuestra educación, ya que todo lo que vivimos en aquellos años están llenos de buenos recuerdos, y esto te hace la vida mas agradable a pesar de cómo he dicho, esa dura distancia.
Ya termino, para decirle a estas dos belmezanas unidas por la sangre, que me siento muy orgulloso de ellas, que son personas que siguen amando a sus orígenes y que nunca dejaron de sentirse belmezanas, gracias a las dos, y gracias por ser como sois, y gracias por hacernos muy felices cuando os vemos, gracias de todo corazón.