26 de febrero de 2017 | Daniel Solano Sújar
El nueve, un referente de gol
Cuando éramos pequeños en aquellas televisiones de blanco y negro, el jugador que portaba en su camiseta ese número nueve, era sinónimo de mucho peligro ante el marco contrario, siempre era ese jugador que dejaba esa señal de lucha y entrega, a la vez un seguro para el resto del equipo ,ya que en muchas ocasiones te sacaba de algunos apurillos, cuando el partido jugado se estaba poniendo complicado en cuanto a resultado.
En mi vida deportiva tuve a muchos compañeros que dejaron esa impronta de un jugador peligroso en esa parcela, y hoy voy a recordar algunos que fueron unos crack en esas lides.
Sierra se dejaba el alma en ese estadio de tierra, y después de una jornada dura de trabajo en la mina, que fuerza y que pegada.
Antonio Carmona, como se movía en el área y cómo luchaba con las defensas, su estilo y su elegancia era una de sus favorita bazas, y cuantos goles con ese pelotazo de alto nivel.
Paco Tamayo, aquí me debo de esperar y tratar como se merece todo lo que nos dejó, con apenas quince años, dominaba esa parcela de espalda a la portería, y que manera de volverse con el balón contratado y que forma de rematar a puerta, muy listo en esa zona y en dos segundos,clavaba el cuero en las mallas, cuantos goles marcaba y con grandes centrales marcadores, Paco Tamayo, nació futbolista y bien que lo dejó en esas tardes de fútbol de Belmez.
Olegario Montero, un nueve a la antigua usanza, peligrosísimo cuando entraba con el balón controlado, en el uno contra uno, magistral ,que regate y que pegada, luchador infatigable, y nunca se arrugaba en esa feroz lucha de dominar el área donde la pelea por coger la posición era constante, cuantos goles nos regalo.
El tiempo pasa y de nuevo otras generaciones nos dejaron recuerdos imborrables de esas actuaciones magistrales, hoy quiero homenajear a dos delanteros, que en poco tiempo nos dejaron tanto bueno, que siempre les recordaremos, Manuel Alcalde, desde el vestuario, ya salía metido en el partido a disputar, se fajaba con los defensas de una forma brutal, un hombre luchador y muy difícil de marcar, el balón lo colocaba en la red en el momento que el jugador marcador le diera la espalda, Manolo Alcalde, era un peligro constante, y en décimas de segundo, se escapaba con una velocidad tremenda, dejando a las defensas clavadas.
Puilla, que pedazo de delantero, como luchaba durante todo el tiempo que estaba en el campo, que forma de trabajar por el equipo, que remates de cabeza, y que peligro en el juego aéreo,aparte de la calidad en el desmarque y como se colaba por velocidad entre las defensas, cuantos goles le vimos marcar y sinceramente, fue un jugador que pudo jugar en grandes equipos de este pais.
Como decía al principio, esto es sólo unos pequeños detalles sobre la valoración personal mía, de lo que les ví a todos estos, paisanos míos, todos ellos son acreedores de llevar ese número nueve y de dignificarlo, y esto para mi es lo mas importante.
Ya sólo me queda agradecerles a todos ellos, esos momentos futbolísticos que tanto nos regalaron y que se quedaron de por vida entre nosotros.
Gracias a todos de todo corazón.