27 de diciembre de 2016 | Daniel Solano Sújar
El amor a esos colores blanco y azul
Es para mi un honor y un privilegio, el tener esa gran oportunidad de poder plasmar, siempre bajo mi punto de vista, el poder hacer un análisis de las condiciones futbolísticas de todos esos muchachos, que un día decidieron bajar por esa carretera de la estación y entrar en ese espacio, de largas batallas deportivas, a veces el viento en invierno y en esas tardes ventosas de ese mes loco de Febrero,el silbido del ruido del viento, parece que se oye esa voz de aquél jugador célebre y nunca olvidado, Sierra, ese sevillano, que vino a trabajar desde su pueblo Osuna, para buscar un sustento económico en la zona minera nuestra, lo consiguió y creo su familia al casarse con una bella belmezana.
Sierra después de las duras jornadas de trabajo, iba a entrenar,eran tiempos muy difíciles, y éste jugador fue muy célebre en los años cincuenta, y una frase suya se quedó de por vida entre nosotros,”VAMOS CURRINCHONES,QUE SON NUESTROS”,esa frase, que el subconsciente nos la devuelve en esas comentadas tardes de viento.
La vida va pasando, y bueno, otras generaciones de futbolistas siguieron dignificando ese escudo de esa gran camiseta, hoy por derecho, quiero con todo cariño, reconocerle los muchos méritos a este pedazo de futbolista, se llama ÁNGEL SÁNCHEZ GIRADO, nuestro PITU, es su nombre de guerra, en ese albero de antes, hoy gracias a Dios, de hierba artificial, tiene ese querido estadio Juan Cortés Mora, bueno pues ahí ,este jugador, hizo piña siempre con los demás jugadores, una persona entregada y muy comunicativa con sus compañeros, dialogante, amigo, y sobre todo sobre el terreno de juego, ese dorsal lo sabia dignificar por esa entrega desmesurada, su carácter abierto, era parte importante en su juego, siempre atento en la ayuda a sus compañeros, nunca regateo ningún esfuerzo, su calidad en ese toque, y esa técnica ,le hacia ser una delantero muy peligroso, esa posición a veces de media punta, al entrar desde atrás, le hacia a las defensas contrarias, un daño enorme, porque Pitu, era muy explosivo en su carrera y tenia una pegada especial y eso se le notaba cuando en esa zona, cogía un balón perdido y con esa calidad lo dejaba en las redes contrarias.
Siempre he dicho que el fútbol es de listos, y ahí en esta faceta, Pitu, era todo un experto, como le buscaba las espaldas a los defensas, sensacional en sus continuas demarcaciones, y como he dicho anteriormente, muy generoso con los compañeros y solidario en el esfuerzo, sabía replegarse en los momentos que su equipo lo necesitaba y la verdad, que el oficio de futbolista lo tenía muy bien aprendido.
Ángel Sánchez Girado, en esos tres años que estuvo viviendo en FUERTEVENTURA, como no podía ser de otra forma, ingresa en un equipo de esa localidad, y ficha en la U.D. TARAJALEJO, y en ese estadio del GRAN TARAJALEJO, en esas tres temporadas, marca una muy buena cantidad de goles, por temporada ,un delantero, media punta con una entrada muy peligrosa, la verdad que aún los nativos de ese pueblo, lo recuerdan con un cariño muy especial, ya que ese escudo de esa unión deportiva, supo respetarlo al máximo y en ese tiempo se dejó el alma en todos esos muchísimo minutos de juego que llevó esa camiseta de ese club de fútbol.
Siempre admiré a todos esos compañeros que tuve en mi larga vida deportiva, personas como Pitu, cuando llegan a un club de fútbol, desde el minuto uno, se dejan el alma en la defensa de la historia de ese club, y de verdad ,eso dice mucho de la calidad de futbolista que eres y de la gran, sobre todo persona que eres.
Pitu, con su camiseta del equipo representativo de su pueblo, supo estar a la altura de ese compromiso que adquirió, en las alineaciones de su Recre, esos años los lleva en su corazón, en silencio, pero feliz, porque ponerse esa elástica, fue para él, un momento irrenunciable, ya termino diciéndole a Pitu, gracias amigo, por todo lo que nos diste siempre, y que fue un honor para mi el poder verte vestido con esos colores, que tanto amamos los belmezanos, te reitero las gracias por ese gran fútbol que nos regalaste.