En la vida de nuestros pueblos, aún ves algún chaval pequeño , jugando con esa pelota, y él sólo golpeando y golpeando, ahora eso es más fácil verlos, todos embobados con ese aparato moderno, que nos han implantado las nuevas tecnologías, y que cada vez a edades más tempranas, ya los ves manejando y de qué manera aprenden rápidamente, la verdad creo sinceramente que se ha perdido todo eso que era, al menos para mí muy bonito, la comunicación entre las personas, todos vamos siempre pendiente de este objeto llamado móvil, y sinceramente, aquellos juegos de niños, donde uno se iba formando, y el mundo de la calle, era muy acogedor, esto como he dicho ya lo hemos perdido, llegan los cumpleaños, reyes y otras fiestas, y los regalos que quieren lo más pequeños es ese nuevo invento, que es un buen accesorio para esta vida y muy útil, pero para los más pequeños, me parece muy pronto aún, ya que ellos aún no están formados a edades tan tempranas para tenerlo.

Como he dicho al principio de este escrito, decía que me gustaba ver a los niños corriendo detrás de esa pelota, en cualquier lugar de nuestros pueblos y de la ciudades, aquellos partidos que uno les encantaba ver y que siempre me detenía a verlos era una verdadera delicia presenciar esos ratos de los chavales.

Hace ya unos años, bastantes, pero los tengo muy presente siempre en mi recuerdo, al pasar por esa nuestra plaza del santo, ahí estaba siempre con su balón golpeándolo, horas y horas, y así de esa forma iba perfeccionado ese toque especial con sus dos piernas, me quedaba parado observándolo y bueno me dejaba con la boca abierta, un día se lo comente a su padre Alejandro en el bar de José Cerrato, que tenía todo para llegar muy lejos, y así lo dejo demostrado por donde pasó, sus cualidades innatas eran de una calidad enorme, y en esto del fútbol, hay que estar en plena forma para dar de ti lo mejor de uno, en el momento que debes dejar eso plasmado en el terreno de juego, y él dejaba partido tras partido ese mensaje de un jugador extraordinario, su nombre es MANUEL ROMERO JIMENEZ, siempre le hemos llamado y le seguimos llamando Manolito, su potencial enorme, como he dicho ,su calidad fuera de toda duda, todo esto lo dejó muy demostrado en su época del Pozoblanco, en ese gran equipo del míster Ríos, ahí dejó unas señas de identidad tremendas, esa época de NINO, REDONDOII, DALMACIO, MORENO y otros compañeros, el fútbol que se veía era de un nivel grandísimo, muchos belmezanos nos acercábamos a verlo en directo, y que partidazos realizaba con esa bonita camiseta del escudo del gallo encima del pozo, esa misma camiseta que otros belmezanos la defendimos con todo nuestro cariño y que nunca la olvidaremos.

Manolito, sinceramente reunía todo lo que un futbolista tiene para jugar al máximo nivel, era un jugador extraordinario, siempre dejaba esa estela por donde pasaba y por los campos donde jugó, un día estando presenciando el entrenamiento del RAYO VALLECANO, en la instalaciones del C.D.COLONIA MOSCARDÓ, cuando Camacho, era su entrenador, al finalizar los entrenos siempre me juntaba con Calderón que fue también jugador del Cádiz y con Onésimo, había conectado y bueno, Calderón me preguntaba si Manolito jugaba, le dije que tenía un negocio y que lo estaba llevando, Calderón me dijo, no he visto en mi vida en los años que llevo jugando en primera división un jugador de la clase de él, a mi me volvía loco cuando me enfrentaba al Pozoblanco C.F. con el Cádiz B tanto en Pozoblanco como en Cádiz.

Palabras que recibí con mucha alegría, creo que ya se lo comente a MANOLITO, en alguna ocasión y él lo ratifico.

Nuestro MANOLITO, es de una generación de grandes futbolistas que nos dio Belmez, Rafa Muñoz, José del Rio, Luis Muñoz, Casi, Javi, todos ellos y otros muchos nos dejaron momentos irrepetibles, Manolito con la camiseta del Recreativo Belmezano, nos dejó, momentos que al recordarlos, sólo puedo decir que en cada partido que vistió esa digna camiseta, dejó un una impronta de un futbolista de otra dimensión, la forma de ejecutar cualquier acción, era para caérsenos la baba, una calidad enorme y muy contrastada y el fútbol que dejaba era todo un espectáculo.

De la misma manera, era cuando jugaba al fútbol sala y futbito, en esos espacios cortos, hacía diabluras, y como en el Fútbol ,se le notaba mucha calidad en sus evoluciones futbolísticas.

Como mencionaba antes, MANOLITO, lo llamó el Sevilla C.F., era un jugador que cualquier club le hubiese querido tener, porque su forma de entender este juego era sinceramente de un nivel altísimo, decir también que en fútbol, para llegar hay que trabajar y trabajar mucho y aún así es muy difícil llegar, pero visto lo que vemos en estas fechas en esos partidos televisados, Manolito, no envidiaría a muchos de ellos, por el fútbol que él no dejó cuando vestía los colores del Pozoblanco y el Recreativo Belmezano.
Bueno, ha sido un placer el poder relatar este escrito con todo mi cariño hacia este fenomenal futbolista belmezano, porque uno siempre será futbolista como los toreros son toreros toda la vida, y MANUEL ROMERO JIMENEZ, siempre será ese futbolista que desde aquellos años de infancia en la plaza del Santo, ya sabíamos los más mayores ,que era un elegido para darnos todo el repertorio futbolístico que dejó plasmado en esos campos donde salto a competir,
Gracias MANOLITO, por todo lo que nos diste y que fue mucho.

Desde Madrid, un fortísimo abrazo.