18 de noviembre de 2016 | Daniel Solano Sújar
Amor a un escudo
Siempre se ha destacado por ese sentimiento que le une a sus colores, me acuerdo cuando lo vi por primera vez en el Juan Cortés Mora, era muy pequeñito, pero que forma de visualizar el fútbol que desplegaba, con una calidad meridiana se desenvolvía de sus rivales, la cabeza siempre alta, su ojos puestos en esos espacios, donde ese último pase, realizado en el momento justo, era un ejemplo de cómo se debe desplazar la pelota, para que el compañero de turno, en esa área pueda hacer el movimiento para conseguir ese gol, que ya te dejó en bandeja, este humilde jugador, sinceramente a lo largo de mi trayectoria futbolística, he tenido esa gran oportunidad de ver a chavales, con un alto nivel de fútbol en sus acciones, jugadores que llegaron muy lejos y otros se quedaron en el camino, el factor suerte es muy importante muchas veces, hacer ese partido soñado en un estadio donde el poder jugar ese partido y que tengas la suerte de que alguien pueda ver tus evoluciones, y conecte contigo, como así pasó con otros muchachos, seguramente estaríamos hablando de que si en BELMEZ, hubiéramos tenido la suerte de ese seguimiento, que se les hace a los chavales de los equipos de las grandes ciudades, creo sinceramente que muchos chavales de nuestra comarca, podrían haber llegado mucho mas lejos en esto del fútbol, es la pura y sincera verdad.
Hoy tengo el placer de dedicarle unas palabras de cariño a un jugador con unas cualidades inmensas, y entre ellas ,está la de la humildad, un jugador que sabe que es pieza clave en el engranaje de su sistema de juego y que además, aparte de esa calidad técnica y ese fútbol grande que desplaza y hace levantar de sus asientos a sus aficionados, eso son palabras mayores, y nunca le verás, un toque de atención a ningún compañero, si no todo lo contrario, mucho ánimo y mucho agradecimiento al esfuerzo a los que verbalmente se lo dice en directo, ahí en el terreno de juego, que es donde mejor sabe expresarse, así este chaval, que hace un año, ya dejó sus botas aparcadas y en este momento descansa, aún es muy joven, y puede retomarlo, la verdad que verlo vestido con los colores del Recreativo Belmezano era un verdadero placer.
Hace ya bastantes años ,el C.D. POZOBLANCO, se fijó en él, estuvo y dejó esa impronta de un jugador de mucho nivel, era muy joven y creo que el entrenador Ríos, debería haberle dado mas oportunidades, he tenido esa clase de entrenadores, que les cuesta darle mas oportunidades a los mas jóvenes, creo que es un error, el jugador que vale, lo que necesita es continuidad y así poder demostrar sus cualidades y en eso hay entrenadores, que como le he dicho les cuesta, sinceramente pienso y se lo dije al presidente de ese club, en una ocasión que tuve, que a veces hay que creer mas en esos chavales que a edades tempranas tienen mas fútbol que muchos veteranos, esta es la verdad.
Bueno, pues este jugador que nos ha dejado grandes detalles futbolísticos en nuestro Recre, es ANTONIO MANUEL PAQUICO PALACIOS, Antoñin, como a mi le gusta llamarle, me dejó perplejo por cómo entendía el fútbol, era un ejemplo dentro y fuera del terreno de juego, sus valores deportivos siempre han estado a la altura adecuada, respetuoso con el compañero ,con el jugador contrario que cada domingo le tocaba marcarle, obediente y muy disciplinado con el míster de turno,y como compañero, muy querido por todo el vestuario.
Antoñin, dignificó siempre esos colores del equipo de su pueblo, esto lo lleva en los genes familiares, por parte de sus tíos, Antonio y Pedro,muy buenos jugadores con sus equipos en nuestro pueblo en aquella época, su Padre, un pedazo de portero y su hermano, una calidad de futbolista magnifica.
Antoñin es el prototipo de ese jugador que todo el mundo le gustaría tener en su equipo, él nació para este deporte y de verdad, que grandes tardes de fútbol nos regaló en esos años que defendió ese escudo que él tanto quiere.
Antes de terminar, quiero decirle, que para mi siempre fue un honor el bajar esa carretera de la estación, calle Covadonga, y hoy Avda. de la Universidad, y poder ver en directo tus evoluciones y disfrutar con ellas, las tengo todas en mi retinas y cuando cierro los ojos, te veo hacer esas maravillas de cómo hay que parar el balón, levantar esa cabeza, tocar y acariciar ese balón con ambas piernas, marcar esos goles, tras esa jugada de otra galaxia y ver en tu cara la satisfacción de esa salida de las casetas esas tardes de los domingos, donde tu grada ,esa grada belmezana te tocaba las palmas a tus continuas genialidades, y sobre todo por esa humildad a pesar de lo grande que eres en tu fútbol, mas grande eres como persona y esto si que me gusta campeón de la humildad, gracias ANTOÑIN, por todo lo que nos diste a esa grada que tanto te quiere.