8 de noviembre de 2016 | Daniel Solano Sújar
El árbitro, un juez deportivo
VICENTE PÉREZ MOHEDANO, VICENTIN, COMO A MI LE GUSTA LLAMARLE
De verdad la palabra árbitro es el referente más importante dentro de los deportes que se practican en este país, sin ellos nunca esos deportes llegarían a tener el nivel de competición que en la actualidad se necesita, un árbitro es un juez que intenta impartir justicia siempre, de verdad, es necesario que los deportistas le ayuden en esas difíciles tareas, así de esta forma el encentro se desarrollaría mucho mejor, es comprensible siempre que en momentos de segundos, hay que decidir algunas actuaciones rocambolescas ,y que pueden decidir el resultado final del mencionado encuentro, siempre en mi larga vida deportiva, intente desde dentro del terreno de juego y fuera el ayudar al árbitro de turno que me tocaba en esos partidos, por esos campos de Dios, la verdad si se actúa así, y todos pusiéramos ese granito de arena por ese juego limpio, el discurrir de cualquier partido sería mucho más apetecible, eso siempre se dará en esos equipos bien formados y entrenados, porque sus actuaciones dejan esa bella nota de un alto nivel de deportividad, no todo vale en este deporte del fútbol, y a veces vemos y reconocemos los errores de árbitros, que a lo largo de la semana han estado presionados por esa prensa, que nunca deja de presionar para los intereses de los equipos a lo que ellos son parte importante, sinceramente pienso que cuando una persona entra en este mundillo a sacarse el título de árbitro, y cuando debuta pitando en esas categorías de regionales, y que muchos acuden solos, y pitan los noventa minutos sin líneas ,y a veces ocurre que esos padres de esos niños en edades alevines, infantiles, cadetes y otros, le hacen un flaco favor a sus hijos, con esas barbaridades que se escuchan ,toda clase de insultos, hacia el árbitro del partido, en esas edades ,los padres deben de hacer pedagogía con sus hijos, explicando en casa a sus hijos la labor importantísima de ese hombre que en ese partido es la máxima autoridad, y que deben de respetar siempre, aunque en algunas actuaciones, el arbitro de equivoque, eso es lo mejor para los chicos, ese periodo de formación empieza en la casa, después su monitores y entrenadores le deben de seguir impartiendo esas pequeñas charlas para hacerle comprender que el deporte es la mejor vía de comunicación para los chicos en esas fases deportivas.
Hoy no podía dejar de pasar este escrito sin hacerle el reconocimiento más que merecido a un exjugador de nuestro Recreativo Belmezano, que una vez acabado su periplo deportivo como futbolista, dejando esa calidad y esa gran deportividad en esos años que defendió los colores blanco y azul, decidió ingresar en ese estamento arbitral, realizando una labor impagable en estos años que lleva vistiendo los colores de los árbitros, siendo muy reconocido por parte de los directivos y aficionados de los pueblos donde pita, como así en las barriadas de esa Córdoba, nuestra ciudad de los sentidos.
Vicente Pérez Mohedano, VICENTIN, como a mi le gusta llamarle, es un hombre que dignifica la labor arbitral cada partido que le toca pitar, en esos noventa minutos y algunos menos, intenta por todos los medios enseñar a los niños en esa educación deportiva, enseñándole sobre el terreno, cómo hay que hacer las cosas, impartiendo justicia deportiva, parando el juego las veces necesarias para que los chicos, vayan aprendiendo el reglamento futbolístico, como he dicho una labor impagable.
Vicente, acude a esa llamada de los pueblos cercanos y en Córdoba, a pitar partidos de homenajes a personas o instituciones, y lo hace de corazón, altruistamente y se desplaza de su lugar de residencia, a estar junto a esas personas que le pidieron ese favor de estar en esos momentos.
He visto y he leído artículos de prensa, calificando de excelente labor la de este belmezano, y yo como paisano suyo, sólo puedo decir que me siento muy orgulloso de él, como también lo fui de Enrique Agredano, Fernando Mohedano, Juan Antonio Márquez y Juan del Rio, estos dos en el fútbol sala y futbito, donde dejaron el pabellón belmezano en lo más alto.
Vicente, es un verdadero ejemplo de comportamiento en un terreno de juego, sabe llevar muy bien el desarrollo del partido y en sus actuaciones arbitrales, en todo momento dialoga con los jugadores y explica el porqué de hacerle ese comentario sobre la falta pitada.
Vicente, entiende el fútbol, como un deporte que sirve para unir y unir a las personas, entendiendo siempre esa pasión que a veces se detecta en las gradas y que intenta por todos los medios impartir justicias de la manera más justa que él pueda delimitar.
Como siempre digo, cuando una persona se entrega en cuerpo y alma en esa tarea de intentar hacerlo lo mejor posible en esa afición que practica, merece todo mi reconocimiento y respeto y de verdad, lo he visto y siempre estaré, en ese lado de admirar su postura y su forma de enseñanza continua en esa labor que realiza.
Amigo Vicente, muchas gracias por entender, que el arbitrar un partido de fútbol, como tu vienes haciendo desde hace ya muchos años, es el mayor orgullo que puedes sentir, la ayuda permanente en la formación de esos niños, es la mayor matricula de honor que te ganas cada partido que ese comité de competición te asigna, nunca cambies, sigue ayudando con esas charlas técnicas, el día de mañana te sentirás muy feliz, viendo las actuaciones de esos chavales que un día ya lejano, le dijiste lo importante que era esa asignatura de deportividad.
Y ya termino como siempre hago, gracias Vicente por todo lo que nos diste.