19 de octubre de 2016 | Daniel Solano Sújar
Juan Alors, un jefe en el terreno de juego
Venimos acercando a los más pequeños y jóvenes ,sin dejar atrás a los más mayores, algunos recuerdos de esas grandes personas y excelentes futbolistas que pasaron por el Juan Cortés Mora, ese estadio que todos los que tuvimos la gran oportunidad de pisarlo siempre lo llevaremos en el corazón, belmezanos y foráneos, algo tiene ese lugar que nos arraiga para siempre, nunca he dejado de decir que la práctica de cualquier deporte, te ayuda a relacionarte mejor y es un medio muy importante para conocer a compañeros de los que siempre guardas un recuerdo muy especial, la defensa de cualquier camiseta que representa a una afición, a una ciudad o a un pueblo, hace que nos unamos mucho mas, y en esto he tenido la suerte de vivirlo en directo y también verlo una vez ya retirado a muchos otros jugadores, que ese compromiso adquirido, quedaron patentes en su entrega en esos partidos, donde se dejaron el alma en esa defensa de esa digna camiseta, símbolo de una trayectoria deportiva muy importante para la gente de lugar, llámese, ciudad, pueblo y a ese grupo humano, que nunca deja de animar al club de su vida, esto es inenarrable, el sentir ese aliento y esas palmas a tu entrega es algo que te llena de vitalidad y que hace que ese sentimiento crezca y crezca dentro de tu cuerpo.
Cuando la entrega es total, algo ha ocurrido antes de todo esto, para un futbolista, el aprecio, el respeto y la gran disposición del equipo técnico hacia él, hace que tu integración en ese grupo sea total y si encima esa afición te agradece, tu trabajo a través de esos cánticos y esas palmas, entonces eres la persona más feliz del mundo.
En esa comentada situación, vi a un jugador con un jefatura en ese terreno de juego impresionante, sabia en cada momento lo que hacer, marcaba el tiempo del partido, era ese líder que ayudaba a sus compañeros, un referente muy importante en esos noventa minutos, de verdad esta clase de jugadores son muy necesarios, y si tienes uno por línea mucho mejor, en este caso, siempre le agradeceré a JUAN ALORS, exjugador del Córdoba de la temporada 1981-1982, su comportamiento ejemplar cuando se vistió ese blanca y azul de nuestro Recreativo Belmezano, esas temporadas donde marcó una leyenda muy importante, Belmez, tuvo la suerte de tenerlo unos años, cuando laboralmente ejercía en ese destacamento de Adif-Renfe en esta comarca nuestra, también tuvo tiempo para ejercer de entrenador con unos pequeño en aquellos momentos y que le recuerdan con todo cariño, siempre es muy importante para
la formación de un jugador en esas edades ,tener a una persona con los conocimientos y experiencia de Juan Alors, como he dicho, se entregó en cuerpo y alma en el deporte de Belmez, el fútbol sala también supo de su calidad y de su garra, en su agenda nunca estaba el perder, su coraje y entrega era digna de mencionar y sobre todo ese talante deportivo al finalizar los partidos, su tarjeta de visita era esa clara visión de lo que tiene que ser un jugador de competición, el alma se dejaba en esos minutos jugados y de verdad, con su entrega hizo muy grande a este equipo que todos los belmezanos amantes del deporte del fútbol queremos tanto, Juan pasó por muchos equipos y en todos dejó su sello, ese sello que dejaba claro la importancia de lo que significa el sentir una camiseta.
Personas como él, son muy necesarios por todo lo que transmiten, esos vestuarios `por donde pasó, siempre notaron su presencia, el saber lo que significaba el unir y unir a todos los jugadores en una piña, era sinónimo de que la lucha era constante, y la victoria era necesaria, su fútbol era su vida y lo sigue siendo, en él aprendió mucho y lo tradujo a su vida laboral, donde los compañeros le respetan y le adoran, JUAN ALORS, un referente como persona y como futbolista, su fútbol y su concepción de él, siempre me hubiera gustado tenerlo a mi lado, el líder nace y Juan Alors, nació con ese sello.
Ya termino como siempre. Gracias Juan, por todo lo que nos diste.