14 de octubre de 2016 | Daniel Solano Sújar
Hizo vestuario
En la vida de cualquier deportista, una de las principales bases de integración siempre será al menos para mí, el intentar hacer una labor encomiable para una muy buena convivencia, el ser generoso todos los días en esos duros entrenamientos, charlas técnicas, en esos viajes, alegrando a tus compañeros y en el terreno de juego, ser un líder imparable en cuanto a darle esos ánimos a todos tus compañeros durante el tiempo de los partidos, como he dicho en el título de este escrito, el hacer vestuario es el mensaje más grande que un futbolista en este caso pueda hacer, la humildad representa el triunfo en todo momento, por eso siempre diré, que esos grandes futbolista, mientras más humildes, más grandes son en esa actividad que desarrollan.
Vengo haciendo estos escritos a muchas de las personas que vivieron conmigo momentos inolvidables para mi, sentí de ellos esa amistad que una vez acabada esa pelea por el triunfo en el terreno de juego, en la vida cotidiana a pesar ya de los muchos año pasados, seguimos unido por el mismo cariño, de aquello años que disfrutábamos poniéndonos esa dulce camiseta blanca y azul ,referente de amor a unos colores y a una afición ejemplar que siempre estuvieron ahí, día tras día en ese apoyo incondicional al equipo de su pueblo.
Han sido ya muchos los años y muchos los jugadores que han pasado por el Recreativo Belmezano, a todos le agradezco de todo corazón, todo lo que le dieron y sé que fueron muchos, para todos ellos, mi más sincero reconocimiento y mi mas fuerte respeto por ese ejemplarizante trabajo bien hecho, en la defensa de este nuestro escudo.
Hoy traigo a estas páginas de este periódico digital a un amigo, a una persona que su afán era hacer vestuario, crear un gran ambiente y ser un hombre muy importante en la comunicaciones entre todos los componentes en ese momento de la plantilla del Recre, corría la década de los ochenta-noventa, en ese periodo este jugador peñarriblense nos dejó tal recuerdo, que no hay una conversación en tertulia, que tratamos la problemática del fútbol en nuestros pueblos y no salga el nombre de LUIS TORRES, una persona que siempre tenía y tiene una sonrisa, especial y todo lo que está a su alrededor es muy feliz, estando junto a él, Luis Torres, era una punta de lanza en la parte de arriba de esa delantera, técnicamente con una calidad abrumadora, un regate en seco, una carrera muy veloz, siempre su cabeza alzada, viendo la posición del compañero mejor situado, con un golpeo tremendo y de una forma eficaz, luchador nato, le hacía la vida imposible a las defensas marcadoras, todo un ejemplo de lucha y entrega en la defensa de esa camiseta, en esos noventa y pico de minutos, nunca le veías bajar los brazos, con una fuerza y capacidad pulmonar increíble, toda un garantía en esa delantera, donde nos dejo grandes recuerdos de un pedazo de futbolista.
Como he dicho, han pasado ya muchos años, y cada vez que me acerco a PEÑARROYA PUEBLONUEVO, y me lo encuentro por ese célebre y entrañable Llano, el saludo es muy cordial y ese cariño que nos profesamos se nota en el primer segundo de vernos, Luis, es una persona sencilla y muy buena gente, amigo de sus amigos, y una persona que por donde pasó vistiendo esas camisetas que en esos momentos defendía, supo dignificarlas de una manera ejemplar.
Sé que ahí arriba en ese inmenso cielo, hay un trocito de su corazón que cada está más orgullosa de él, como estamos todos los que hemos tenido esa gran suerte de conocerlo y tratarlo.
Para mí, la palabra humildad es sinónimo de gente buena, y Luis Torres, es esa clase de persona que cada día engrandece mas este sinónimo por todo lo grande que es.
La vida va pasando y pasando, pero el recuerdo, queda y queda, y nunca dejaré de recordar y recordar esos partidos nuestros, esas risas en la caseta y en los viajes, que tu amigo Luis, eras una parte importantísima, como ves, han pasado muchos años, pero aún sigue fresca en mi memoria todo lo bueno que siempre le diste al Recreativo Belmezano, y eso amigo, nunca lo puedo olvidar, el Recre, es para los belmezanos un sentimiento, y eso se lleva grabado a fuego en el corazón, y tu LUIS, ese escudo lo hiciste más grande con tu presencia en esas filas de esos colores, blanco y azul. Y ya como siempre y me gusta decir, gracias Luis por todo lo que nos diste.