26 de septiembre de 2016 | Daniel Solano Sújar
El 9 su número
Las actividades deportivas de los pueblos son muy corrientes y necesarias, en ellas están grandes resultados de las relaciones humanas entre todos los vecinos y amigos, y cuando eres elegido para defender ese escudo, referente del esfuerzo de muchas personas, que a lo largo de los años se dejaron el alma en conseguir que su pueblo, militara en categorías federadas, de verdad ese trabajo dice mucho de todas esas personas, y su recuerdo siempre debe de estar en nuestras retinas y en nuestra memoria, sobre todo los que ya estamos en una edad avanzada y tuvimos el privilegio de ver que esos mencionados esfuerzos, tuvieran esa realidad y que hoy gracias a Dios, domingo, tras domingo, podamos acercarnos a ver las evoluciones de nuestro equipo representativo del fútbol de nuestro pueblo.
Siempre estaré al lado de esos jóvenes futbolistas que empiezan en este deporte, mis consejos serán los que yo recibí de Juan Cortés Mora, y de verdad que me sirvieron mucho a lo largo de mi etapa de jugador de fútbol, consiguiendo esa firme amistad duradera con mis excompañeros, la humildad es la base del triunfo, acompañada de la honestidad, respeto y disciplina en las funciones que uno debe realizar siempre, y hay una muy importante, ser compañero y generoso con el esfuerzo de todo el equipo, nunca intentes ser prepotente a pesar de tener unas actitudes increíbles para la práctica de este bello deporte del futbol, nunca pienses que si se gana es gracias a tus inmensas cualidades y calidad futbolística, el ganar siempre es del esfuerzo del grupo eso nunca lo olvidéis, haciendo vestuario siempre se encontraran más cercanos lo triunfos, eso no me cabe duda, nunca pensemos y reitero que las victorias son de uno, por muy buen jugador que fueras.
Belmez, y nuestro Recreativo, nos dio un jugador con unas cualidades inmensas, su calidad en ese toque final, ese toque que hace que la pelota se aleje en las redes del equipo contrario, de verdad nunca ví un jugador tan humilde con su gran juego, que movimientos, como arrastraba a los centrales, que regate en corto, y que pegada a la salida del mencionado regate, indiferente con ambas piernas, jamás ví a un jugador jugar de espaldas a la portería como él, la recibía, la bajaba y con ese toque especial de esa punterita o con un golpeo seco, hacía que el marcador de su equipo fuera cambiando con las cantidad de goles que marcó.
Le vi y jugué contra él en espacios cortos, y la verdad dejó muy claro su peligrosidad, ese campo del fútbol sala, tenía unas cualidades inmensas en la práctica donde un balón, mas grande o más pequeño, siempre lo supo tratar con esa delicadeza y siempre me decían los técnicos donde tuve la suerte de jugar, el balón es la base, si le tratamos con cariño y respeto, tenemos mucho ganado, el buen trato de un equipo con el balón, es sinónimo de triunfos, si observáis, los equipos que mueven y mueven la pelota, casi siempre son ganadores, el fútbol ,es el compendio de muchas cosas aglutinadas, pero si al referente del juego, lo tratas bien, tienes mucho ganado.
Esto siempre lo ejercía, cuando el balón le llegaba a su posición, a este pedazo de delantero centro, su nombre es Ricardo Bernal, pero en mundo futbolístico, fue muy conocido y valorado como BIRI, ese gran jugador que todo equipo quiso tener en sus alineaciones.
Como he dicho al principio de esta narración, nuestro Biri, reunía esa capacidad de jugador importante para su equipo, ese nueve siempre bien situado y con su gran fútbol, traía en jaque a esa dura defensa implacable, que siempre al finalizar los encuentros, le despedían, por su gran deportividad en su juego. Ricardo Bernal, Biri, un jugador de muchos quilates, y de un alto nivel de juego continuo, un hombre que supo defender con todo su amor por este escudo de nuestro Recreativo Belmezano, se dejó el alma en su defensa, nunca olvidaré esa gran lesión en Espiel, en aquel triangular, a pesar del daño causado, nunca tuvo un mal gesto con nadie, asumió ese percance, que como he dicho fue grave, y lo tuvo un tiempo apartado de esos colores blanco y azul, BIRI, es un ejemplo de sentimiento hacia todo lo que ese digno club representa, y la verdad fue para mí, un placer el jugar junto a él en esas tardes, que nunca olvidaremos.
Tengo que agradecer a este periódico de peñarroya digital información, Infoguadiato, por permitirnos el poder homenajear a esta clase de jugadores que se implicaron, en que en nuestra comarca el fútbol continúe, y que sin sus esfuerzos, nunca se podría haber realizado, han sido muchos a lo largo de la vida e historia de estos club, el Peñarroya C,F, y el Recreativo Belmezano, por ellos pasaron personas, que fueron claros ejemplos de sentimientos muy grandes hacia sus respectivos equipos, y ya para terminar, sólo me queda decirle a este maravilloso jugador y excelente persona, gracias RICARDO BERNAL, BIRI, por todo lo que nos diste, con esa camisa blanca y azul, ese número 9 siempre será tuyo.