Es muy gratificante para uno, después de vivir en esta ciudad de Madrid, cerca de cuarenta y cuatro años y no haber perdido nunca el norte, en este caso el sur, seguir siendo amante de mi tierra, y sus raíces y añorando siempre a esos amigos que dejaste en plena juventud y aquellas décadas 1960-1970, le hicieron a esta maravillosa cuenca minera un daño terrible, quitándonos a los belmezanos una fuentes de trabajo más importante dentro de la estrategia nacional, los cierres consecutivos de centros de trabajo como Fundición ,Papelera, Productos químicos, Yutera, Pozo de minas, etc.etc., dejando la mano de obra en un cincuenta por ciento de la población activa, arrastrando aún en la actualidad ese declive, que espero y deseo de todo corazón que con el esfuerzo de todos, cambie el ritmo y alguna vez tengamos la suerte que nos merecemos, y vuelva a ser ese lugar en plena Sierra Morena de olor a jara y tomillo, donde muchos pasamos esos años inolvidables, junto a esos amigos que todos los días los recuerdo con el cariño que ellos se merecen, Paco Cámara, Eduardo Carrasco, Antonio Calvo , Fernando Sánchez ROBAS, y José Moreno Vera, ESA QUINTA DEL PARQUE.
Uno para soltar el estrés que producen las grandes ciudades, realizo mis paseos a un gran ritmo, footing, en pleno parque donde suelo andar junto a unos pinos donde realizo ejercicios de mantenimiento, en pleno descanso, miro a la cúpula de la copa los pinos y me vienen recuerdos de esos dos pinos que había frente a la casa de mis abuelos, en la calle Paseo ,24, los ratos vividos por esa quinta del parque junto a esos pinos, fueron interminables eran tiempos de aquella leche en polvo y el trocito de queso por las tardes en el colegio y el llevar flores a MARIA en ese mes de Mayo, bien dirigidos por esos entrañables maestros de aquellos tiempos, D. Emiliano
D. Agustín Navas, D. Federico, D. Antonio Usero, etc.etc. Doña Amalia, Doña Rafaela, Doña María, Doña Manolita, etc.etc.
Quién no se acuerda de cuando nos juntamos unos pocos chavales para comprar aquél PICÚ, TOCADISCOS, a Galerías Preciados, para hacer nuestras reuniones en la taberna de Mohedano y Risitas, los Martin Calzada, Paco Cámara, Paco López, Cayuela, Pepe Agudelo, José Carlos Arias, José Luis Pardo, Ángel Pardo, Falete Eduardo Carrasco, Antonio Calvo, Pedro Gimeno, Maribel, Isabel González, Mariángeles Pérez, Isabel Barrera, Estrelli, Reme de la Guinea, Maricármen Partido,Mari Oñate, Juia Mari, Dori, Pepi Estepa, Maricármen Estepa, Marirreyes, et,etc,etc., tiempos nunca olvidados.
Quién no se acuerda de los teatros de las monjas, con la gran variedad de actos en ese incomparable marco del teatro cine Gran Capitán, los bailes de las niñas de la mano de Angelita Terrones, las canciones maravillosamente interpretadas por Pepi Mata, Marireme Rodríguez y Victoria, ese grupo de los Escorpiones con Sebastián Siruela, Andrés Siruela, Antonio Estepa Antoñin Muñoz y Rafael Santos.
Esas niñas con esos uniformes azules y esos cuellos blancos, abundaban por todas las calles del pueblo a la hora de entrar y salir de ese entrañable y nunca olvidado colegio de Presentación de María, esas hermanas, sor Soledad, Sor Amada, sor Anunciación, sor Flora, todas grandes profesoras que dejaron una impronta que quedó en el recuerdo de todos.
Quién no se acuerda de aquellos momentos trágicos de la explosión del pozo Aurora, la caída de ese niño del castillo y posterior también de añorado Castilla, los fallecimientos de mis amigos en edades muy tempranas, Antonio Castro, Luis Carrillo, Torrente, Vargas, Toni Sedano y Paqui, duros momentos para todos.
Quién no se acuerda de esa magistral Banda de música tocando todas las tardes de los domingos en nuestra parque municipal.
Quién no se acuerda de D. Rafael Narváez, Rafalito el ciego, fundador de esa inolvidable RONDALLA, qué maravilla escucharlos en aquellas serenatas dedicadas a las mujeres belmezanas.
Quién no se acuerda de verano, haciéndose la competencia y con ese ya malogrado hombre que se dejó la vida en ese cine, ANICETO EL MUDO DEL CINE, fiel reflejo de muchos belmezanos, que pasamos junto a él momentos muy buenos.
Quién no se acuerda de los ratos de los futbolines de Julián Rodríguez Cantero, y Antoñito del Banco, y en esa mesa de billar
donde el amigo RODRI, era un súper clase jugando a las tres bolas. Quién no se acuerda del bar Negresco donde las partidas de los futbolines eran espléndidas, Manuel Beltrán Benavente, Carlos Quinto, eran dos grandes tercios a los hora de jugar contra ellos.
Quién no se acuerda de esos partidos de baloncesto, donde José Carlos Arias, Manolo Moreno y Carlos Quinto, empezaron a dejarnos ese buen sabor, grandes partidos en el cine de arriba con aquellas camisetas verdes en los torneos de la O.J.E.
Quién no se acuerda, cuando nos recogía el camión de ADELARDO MONTERO, y nos llevaba hacer lo hoyos para la plantación de los árboles de la piscina de Rafael Canalejo.
Quién no se acuerda del programa de un millón para el mejor, donde nuestro alcalde dejó el pabellón en lo más alto y dio a conocer a BELMEZ, por toda ESPAÑA, posteriormente hubo otra dos veces que concursamos mas en televisión, un pueblo para Europa, donde perdimos la final ante el pueblo de lo YEBENES, y la otra en la televisión de Berlusconi, en el programa de Bellezas al agua, donde aún nos deben un premio que ganamos.
Quién no se acuerda de esas inmejorables verbenas amenizadas por esos dos grupos belmezanos que nos dejaron siempre un sabor muy especial oyendo su espectaculares voces, VELOCES E IMPERIALES, algo muy nuestro.
Quién no se acuerda de aquél Recre, de los Sierra, Cantero, Cecelin Antoñin Fernández, Perico Carmena, Del Rey..y posteriormente, Manuel Beltrán y su Recre, y la llegada, de ADELARDO MONTERO. Esas finales de la copa de Córdoba, esa fotografía que estaba colocada en muchos bares del pueblo, donde habia unos grande jugadores que en esa nueva etapa lo hicieron de categoría, el RECRE ES UNA FORMA DE SENTIR Y AMAR A UNO COLORES.
Quién no se acuerda de nuestros nudos de comunicación, ancha y estrecha, de esa maquinilla que nos llevaba al pueblo vecino a estudiar trabajar, comprar y algo más, quien no se acuerda de los grandes tarde de toros en nuestra Centenaria, esas ferias nuestras en homenaje a nuestra Patrona la Vírgen de los Remedios.
Este es el recuerdo de una generación que tuvo que emigrar, pero que nunca renunció a sus raíces y costumbres. Aunemos nuestros conocimientos y esfuerzos para intentar salir de ese pozo oscuro que nos dejaron todas las instituciones en esos ya muchos años de olvido, deseo de todo corazón que tengamos ese golpe de suerte que necesitamos para abrir nuevos horizontes de trabajo para d mermada zona y que consigamos encontrar la forma de hacerlo, Dios lo quiera.
(Para mi gran amiga María Victoria Nogales)
Daniel Solano Sújar