Es una pena muy grande que todos los que hemos nacido en pueblos mineros y hemos visto el enorme esfuerzo de nuestros familiares trabajando en esas duras tareas, ahí en el interior de la mina, y en todo lo que ello relacionaba a esas labores, hoy sólo haya vestigios de un tiempo pasado que nos dejan al contemplar esos entornos, y ver todo lo que significo en aquellos años de esplendidez, donde el trabajo fluía y fluía, en los distintos centros derivados de la mina, ferrocarril, ancha y estrecha, hornos de coz, papelera, fundición, central térmica, yugurtera, talleres generales, pozos mineros, fábrica de ladrillos, fábrica de tejidos, un sin fin de puestos de trabajo que en esta zona minera fueron muy importantes para la clasificación del personal obrero que gracias a esa Empresa francesa, Sociedad Minera Metalúrgica de Peñarroya España, la formación del personal fue una gran experiencia para todos y sirvió de mucho a todos cuando llegó esos cierres de trabajo y hubo que emigrar buscando una vida sostenible por toda nuestra nación ya que la preparación de esos años de trabajo fue un importante baluarte para encontrar un nuevo hueco en otra empresa, la formación fue un claro ejemplo al llegar a conseguir esos puestos deseados.
Como he dicho eran tiempos muy ajustados, las exigencias en el trabajo eran muy importantes y en la vida real, el afecto y la solidaridad era una cualidad que corría de casa en casa para aquellos que no tenían trabajo y esos duros inviernos de los de antes, donde nuestras casas no estaban todo lo confortable que hoy en día están, y el frío era un factor que había que saldar, y eso se consiguió gracias al acuerdo de la empresa en este caso que donaba unos vales de carbón para todos sus empleados y así de esta forma paliar esa dura tarea del paso del invierno…algunos que no tenían acceso a ese vale, recorrían todos los pozos mineros y en sus apartados de carbón y escoria no utilizado y almacenado en grandes dimensiones, llegaban con sus cubos a recoger lo que podían para abrigarse en su casa en esos braseros y así de esta forma pasar el crudo invierno.
Recuerdo a mi abuelo Daniel Sújar Castillejo, maquinista del automotor de la línea Puertollano-Fuente del Arco, que cuando se acercaba a la estación Belmez –Ermita, hacía sonar el pito del tren para que se acercaran esas personas que no tenían recursos y les soltaba desde la maquina, carbón de sus excedentes y así ellos poder cogerlo y ayudarlos en esos tiempos tan difíciles.
Nunca dejaré de acordarme de todos aquellas familias que nos hacían el transporte de carbón a las casas una vez retirado del almacenamiento en el puesto de la venta y con sus carros recorrían las calle belmezanas para llevar ese vale de carbón mensual a todos los empleados, y entre ellos quiero homenajear a una gran familia que durante muchos años llevaban la alegría a las casas ya citadas, la familia JUAREZ, ellos con su sonrisa habitual y Miguelin, muy pequeño junto a su padre, ahí ayudándole en esas descargas en las puertas de las casas y que siempre ayudaban a las personas a entrarle sus cubos lleno de ese carbón que tanto hemos amado los belmezanos, señas de identidad de un pueblo minero como el nuestro, que también sufrió sus penumbras y sus golpes muy duros en esos accidentes mineros que se dejaron bastantes vidas en esa negra tierra en sus profundidades de la mina.
Mi cariño y mi gran respeto por esa tarea de trabajo de esta familia Juárez, ese vale era muy importante para nuestra placa, esa que se ponía roja con la calidad del quemado de esa hulla y esa antracita y que en nuestras casas, se llenaban de un calor muy acogedor para todos en esos comentados duros inviernos de Belmez, han pasado muchos años pero en nuestro recuerdo estará siempre esa sonrisa de Miguelin y su padre en el servicio a puerta de domicilio de ese entrañable vale de carbón... muchas gracias familia Juárez, por todo el cariño que siempre pusiste en ese gran trabajo de servicio hacia todos los belmezanos durante tantos años…ese carro está en la mente de todos nosotros, los que vivimos esas fechas en nuestro pueblo con los nuestros y junto a los nuestros.
Un fuerte abrazo para vosotros desde Madrid.